La dificultad de contener la expansión del coronavirus se refleja este lunes en Euskal Herria en un nombre conocido y un acto oficial reciente. Jesús Loza, delegado del Gobierno español en la CAV en los últimos años, es uno de los profesionales del Hospital de Txagorritxu que está en cuarentena en su domicilio. Y se da la circunstancia de que el viernes lógicamente fue protagonista del acto de relevo en la oficina estatal, donde pasó el testigo a Denis Itxaso.

Esta mañana en Radio Euskadi, Loza ha explicado que no tiene síntomas de la enfermedad pero deberá permanecer al menos dos semanas en su domicilio por si hubiera contraido el virus.

Es una de las personas en situación de riesgo por haber tenido contacto personal directo con alguno de los dos profesionales ya contagiados en Txagorritxu. El primer caso, una médico, se dio a conocer el viernes, y un día después se supo que un sanitario del mismo hospital también está infectado.

Se da la circunstancia de que esa mañana de ese viernes se produjo en la Delegación del Gobierno español el acto de toma de posesión de Itxaso como sucesor de Loza, donde obviamente el hasta ahora delegado tuvo contacto directo y cercano con muchas otras autoridades y asistentes. Acudieron desde una ministra, Isabel Celaá, a varios consejeros de Lakua; el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Juan Luis Ibarra; el Ararteko Manuel Lezertua; y representantes de ámbitos como la empresa, la cultura, asociaciones de víctimas...

El cordón sanitario se limita en este lógicamente a profesionales que hayan tenido contacto cercano con los dos infectados en Txagorritxu, sin alcanzar a los asistentes de este evento en la Delegación del Gobierno en la esperanza de que Loza no haya sido contagiado. Sin ir más lejos, el nuevo delegado, Denis Itxaso, visita esta mañana al lehendakari Iñigo Urkullu.