Imanol lloró en Anduva el miércoles tras la clasificación para la final de Sevilla, como el presidente Jokin Aperribay y como muchos de los aficionados desplazados a Miranda tras encontrar el premio a una apuesta clara por la Copa del técnico, que ha conseguido hacer partícipe a todos sus jugadores de esa prioridad sin renunciar a pelear por entrar en la Liga de Campeones.
Así la Real se ha enfrentado a equipos como Espanyol, Osasuna y Real Madrid que han utilizado suplentes, mientras que Imanol ha presentado su mejor equipo. Además le ha favorecido el cambio de formato que ha dejado fuera de las semifinales a los siete equipos que juegan este año en Europa y a dos con altos presupuestos como Villarreal y Betis. Pero es muy difícil ganar a cualquier rival e Imanol ha conseguido además que tras alcanzar la final su equipo esté en Liga con un partido menos a tres puntos del tercer puesto tras lograr nueve triunfos en los diez últimos partidos. Con su planificación el equipo aguanta la sobrecarga de esfuerzos sin lesiones y sin acusar el cansancio y compite con una regularidad impropia para una plantilla tan joven como ambiciosa.
Por eso tras el partido, cuando le decían que ahora hay que lograr el título, respondía que «he ido a casa después de ganar y me decían que parecía que habíamos perdido por la tensión. Llevo la sangre azul y blanca, tienes una enorme responsabilidad y quiero que la afición esté satisfecha y orgullosa. Lo hemos conseguido, pero si no das triunfos es complicado. Nuestra responsabilidad es ganar la final y realizar un buen final de Liga. Lo estamos haciendo bien, pero queda lo más importante en las dos competiciones. Si no ganamos la final y no hacemos algo importante en la Liga se me quedará la espina clavada. Este es el año, se ha trabajado y si estamos ahí es por méritos propios. Pero, aunque hayamos hecho algo brillante, queda lo mejor. A ver si lo logramos».
«Emocionado, he llorado»
En Anduva quiso ver a sus jugadores y a su afición celebrar la clasificación desde lejos y reconocía que lo hizo «emocionado. He llorado y me he acordado del staff, de la cantidad de horas que meten, de los aficionados, de mi familia que sufre cada vez que Imanol pierde... Merecía la pena porque no es fácil llegar a una final y lo hemos logrado, pero falta lo mejor. Dijimos que para llegar a una final teníamos que ganar todos los partidos. Hasta el momento hemos sido el mejor equipo y a ver si somos capaces de ganarla para decir que hemos hecho una gran Copa. Lo hemos tenido claro desde el inicio por respeto al escudo, a los colores que defendemos. Hemos jugado con rivales de Tercera y de Segunda con el mismo objetivo. En un campo complicado y en el momento más importante lo hemos hecho. Estoy contento y orgulloso por la trayectoria y por el camino, habla muy bien de los jugadores».
Admitía lo que suponía no llegar a la final: «No es fácil crear la ilusión que ha generado la Copa. Jugar este partido y no llegar a la final habría sido un mazazo porque es una nueva generación que nos ha empujado y merecía llegar hasta la final. Estoy muy contento, pero somos ambiciosos, competitivos y lo que queremos es ganarla».
Lo más destacable de Anduva fue que renunció al estilo de juego que él y sus jugadores han defendido. No es fácil convencer a una plantilla para que juegue de una manera el viernes y de la opuesta el miércoles, que crean en las dos fórmulas y compitan igual. Imanol explicaba que «hemos asumido menos riesgos en la salida de balón sabiendo que iban a venir fuerte a la presión y lo hemos hecho bien. El único peligro ha sido a balón parado porque tienen un buen lanzador como Merquelanz, pero el partido ha ido por donde queríamos. Hemos jugado más largo en la salida de balón y después lo interpretamos bien. Aquí todos los Primeras han caído menos nosotros y eso quiere decir que lo hemos hecho bien».
«Era el partido más importante»
La declaración de Imanol que mejor trasmitió su forma de ser y el espíritu que ha generado en el equipo es cuando se le preguntó por la forma en la que aguantó el partido tocado Aritz y con riesgo de perderse la final por tarjeta Zubeldia: «Todos los que han salido al campo sabían que la única manera de abandonarlo era en camilla. Lo tenían muy claro. Aritz sabía que o aguantaba todo el partido o era porque tenía que ir al hospital. Sabíamos lo que nos jugábamos, era el partido que teníamos que ganar y en ningún momento he dudado. Teníamos la tarjeta de Nacho que podía plantear problemas si le buscaban, a Igor con esa amenaza, pero éste era el partido más importante y después de pasarlo lo es el siguiente y con los que estamos vamos a ir a jugarlo».
Porque la Real no descansa y ya preparó ayer a puerta cerrada el partido de mañana en el Camp Nou, el segundo de una serie de tres en siete días porque el martes se juega el aplazado en Ipurua. Imanol no piensa ahora en la final de Copa: «Tenemos un partido importantísimo, el equipo está siendo muy ambicioso, estamos vivos en las dos competiciones y lo que teníamos que celebrar ya lo hemos celebrado en el campo».
Alabó a sus jugadores: «Es ejemplar cómo defendemos este escudo que yo tanto siento y gran parte de los jugadores han recibido ese mensaje. Esto empezó en pretemporada. En Liga hay veces que no salen las cosas, pero el equipo se deja la piel y es el camino. Por eso estoy orgulloso. Hemos formado una gran plantilla que permite poder lograr cosas importantes. A ver si aguantamos hasta el final».
Preguntado por el rival deseado para la final ante la semifinal de anoche, dijo que «prefiero que sea el Athletic por lo que supone para todo Euskadi. Sería bonito, pero me cae especialmente bien el Granada por cómo lleva la temporada y porque su entrenador Diego Martínez está haciendo un gran trabajo».
El reparto de localidades, pendiente de la reunión con la Española
La Real comunicó ayer que «en próximas fechas la RFEF convocará en Madrid a los equipos finalistas para detallarles toda la información relativa a la final. Una vez que se haya recopilado esta información, el club ofrecerá una rueda de prensa para explicar cómo será el reparto de entradas».
La gestión de las 1.048 enviadas por el Mirandés generó un enfado en la afición porque hubo 6.000 peticiones y el club solo destinó 500 a los abonados, 236 a compromisos del club, 200 a las peñas y 132 a Viajes Halcón, que las repartió de manera arbitraria. El club pidió disculpas y se comprometió a «mejorar el servicio de distribución y venta de entradas para nuestros socios y aficionados de cara a futuras solicitudes». J.I.