NAIZ

Bourgeois, primera artista en el universo Chillida, deberá esperar

La reapertura de Chillida Leku llegó el año pasado con el propósito de abrir el museo de Hernani a otros artistas. ‘Eye Benches III’, de Louise Bourgeois, es la primera pieza instalada en este espacio consagrado hasta ahora a la obra de Eduardo Chillida, aunque el público deberá esperar a verla de momento.

Para Bourgeois los ojos son metáfora de la verdad. (Jon URBE / FOKU)
Para Bourgeois los ojos son metáfora de la verdad. (Jon URBE / FOKU)

«Chillida Leku cerrará temporalmente sus puertas en previsión de la declaración del gobierno central de estado de alarma para contener la propagación de COVID-19. Nuestra principal prioridad es preservar la salud y el bienestar de nuestros visitantes, equipo y colaboradores hasta que las autoridades consideren que es posible reanudar nuestras actividades y reabrir el museo por completo». Así decía la nota que emitió el museo horas después de la presentación de la obra “Eye Benches III (Ojos banco III)”, de Louise Bourgeois, ante los medios gráficos.

Tras el acto de la mañana, el museo, que había cancelado sus actividades familiares y visitas guiadas hasta finales de marzo, informó que las instalaciones continuarían abiertas «con todas las medidas necesarias para hacerlo de una forma segura y agradable». Pero decidió cerrar sus puertas a última hora de la tarde.

Está previsto que la escultura de la artista francesa, la creadora de las arañas gigantes, inaugure el programa “Obra invitada”. “Eye Benches III (Ojos banco III)”, escultura formada por dos ojos tallados a partir de un solo bloque de granito negro, se ha colocado en la zona boscosa de la campa de Chillida Leku.

El que no se producirá es el diálogo entre las obras de Chillida y las del escultor David Smith, ya que la exposición anunciada para esta primavera ha quedado cancelada.

El museo de Hernani recuerda que los ojos fueron un elemento «recurrente e importante» para Bourgeois. «Sentía que eran metáforas de la verdad, y muy representativos del universo visual en el que ella funcionaba», destaca.

«Vivo a través de mis ojos más que a través de mis otros sentidos. Ellos comunican sin hablar», dijo en 1994 esta escultora fallecida en 2010 y nacionalizada estadounidense, para la que los ojos eran también «el símbolo del deseo individual de mirar y de ser mirado», lo que relacionaba «con la seducción, el flirteo y el voyerismo».

Tras la reapertura de Chillida Leku, la pieza de Bourgeois ofrecerá al visitante la oportunidad de «interactuar» con la obra, ya que incorpora un banco en la parte posterior de cada ojo, lo que proporciona ese espacio «donde a la vez puedes ver y ser visto».