En víspera del inicio de una nueva semana laboral, la consejera de Desarrollo Económico e Infrestestructuras de Lakua, Arantxa Tapia, ha afirmado en entrevista al Grupo Vocento que «priorizando la seguridad y la adopción de medidas de protección, hay que mantener la actividad» en las industrias. «Al menos una parte, la que se pueda con esas medidas», argumenta.

«Mire, la economía, la industria, son como un motor. Arrancarlo cuando ha estado parado mucho tiempo cuesta mucho y es lento. Arrancarlo cuando está al ralentí es más fácil. Y tenemos que seguir preparados para el momento en que podamos recuperar la normalidad», argumenta la consejera, en un discurso en el que no explica cómo casa eso con el confinamiento impuesto por el decreto de alarma.

A su juicio, el teletrabajo, los turnos, las medidas de protección o las distancias son «muchas cosas que se pueden hacer». «Es lógico que haya miedo en las personas, pero sí hay un protocolo», expone. La semana pasada quedó en evidencia que mantener la actividad industrial no solo provoca riesgos en las fábrica, sino también en los transportes públicos en los que se desplazan los trabajadores.

Por contra, en un mensaje difundido por las redes sociales, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha insistido en que con los datos en la mano «no se está frenando la expansión del coronavirus» y que ello hace obligado y urgente parar la actividad industrial no esencial.

«Hoy es domingo y a las 22.00 muchos trabajadores y trabajadoras se incorporarán a los tajos. ¿Quién entiende que hayamos estado confinados todo el fin de semana y que ahora decenas de miles tengan cojan su coche o el transporte público, y compartir comedores o vestuarios con otros miles y miles de trabajadores y trabajadoras? Eso es anteponer el interés económico a la salud pública».

«Están preocupados, no saben si se garantiza su salud, y después de esas ocho horas van a tener que confinarse de nuevo con sus familias», ha añadido Otegi, haciendo alusión al patente riesgo de contagiarse en el trabajo y multiplicarlo en el domicilio.

Ha añadido además que garantizar la salud es lo que tendrá repercusiones económicas positivas, «pero hay que decidirlo ya, porque es tarde. Es imprescindible tomar la decisión de que todos los trabajos presenciales no imprescindibles sean suprimidos. Y va a tener un coste económico menor en la medida en que vamos a acabar tomando esta decisión tarde».

«No nos hagan caso a nosotros y nosotras, eso es lo de menos, hagan caso a lo que recomienda la comunidad científica, a lo que está siendo Italia, a la OMS. No se puede jugar con la salud de nuestra gente», concluye Otegi.