Maite UBIRIA

Sin acuerdo sobre las condiciones de vuelta al trabajo en el sector de la construcción

La normativa específica para que el sector de la construcción volviera a ponerse en marcha en el Estado francés se anunciaba para el pasado martes. Sin embargo, la semana ha pasado sin que se haya concretado la fórmula para que la recomendación de «volver al trabajo» lanzada al aire por el Elíseo puede aplicarse en un sector de fuerte impacto económico. Las federaciones sectoriales advierten: «No tenemos intención de enviar al matadero a los trabajadores».

El 90% del sector de construcción ha parado, también en esta promoción de viviendas en Baiona. (Guillaume FAUVEAU)
El 90% del sector de construcción ha parado, también en esta promoción de viviendas en Baiona. (Guillaume FAUVEAU)

Las palabras de Jean-Luc Tuffier, presidente de la Federación francesa del sector de construcción (FFB) para la zona del gran París son clarificadoras: «No tenemos intención de enviar al matadero a los trabajadores» asegura en unas declaraciones que recoge este viernes el diario ‘Le Monde’.

Las presiones ejercidas por el Gobierno francés no han logrado que las distintas federaciones del sector –dividido en construcción privada y en obras públicas– cedan en su posición de no regresar al tajo cuando «no se dan las condiciones de seguridad», explica en los micrófonos de Euskal Irratiak el cantero zuberotarra Jean Jacques Etxeberri.

Etxeberri tiene claro que el planteamiento del Ministerio de Trabajo no es de recibo. Su titular, Muriel Pénicaud, acusó días atrás a los trabajadores del sector de la construcción de «desertar de sus puestos de trabajo».

Etxeberri, en consonancia con lo afirmado por representantes de distintas federaciones, a través de pronunciamientos en medios hexagonales, entiende que esas palabras no son de recibo, máxime cuando desde ese ministerio «no se ha especificado un cuadro para la actividad del sector que garantice la salud de los operarios».

Recuerda que los desplazamientos a las obras se hacen en vehículos colectivos y que los trabajos se realizan por oficiales, que se suceden en el mismo espacio de trabajo, que operan muchas veces a distancia corta, encadenando trabajos que exigen rapidez, lo que dificulta seguir las normas generales establecidas para evitar el contagio de Covid-19.

Las protecciones, para los trabajadores sanitarios

Tiene claro que la palabra que debe prevalecer es la de los responsables de Sanidad. Y apunta a un obstáculo añadido: «la prioridad es que los trabajadores sanitarios dispongan de los materiales de protección y cuando hay penuria, no se puede entender cómo se va a garantizar que trabajadores de otros sectores tengan esos materiales de protección».

Sus palabras no son desmentidas por la realidad: desde el propio Hospital de Baiona se ha puesto en marcha una campaña urgente de donaciones, para que empresas o particulares que tengan esos materiales tan preciados los pongan en manos del centro hospitalario al que se orientan los casos más graves de coronavirus.

No menos de quince pacientes son tratados en ese centro –de ellos, cuatro en reanimación– según los datos aportados ayer por el prefecto de Pirineos Atlánticos, Eric Spitz.

Sin normativa específica a la vista

La normativa para encuadrar el trabajo en el sector de la construcción debía haberse publicado el martes. Las negociaciones a varias bandas, con organizaciones empresariales, sindicatos, federaciones de trabajadores autónomos, y al menos dos ministerios –el de Trabajo y el de Sanidad– implicados no han permitido avanzar desde entonces hacia un compromiso.

Así las cosas, salvo un cambio de última hora, la semana puede cerrarse sin que las partes hayan sellado un acuerdo para que las obras vuelvan a ponerse en marcha el lunes 30.