«No, esta pandemia no es una guerra. Las naciones no se enfrentan unas a otras, soldados contra soldados. Es un test sobre nuestra humanidad». Esta es una de las reflexiones que el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha lanzado este sábado durante su mensaje televisado con motivo de las festividades de Pascua.

Esta crisis «saca lo mejor y lo peor de las personas. Mostremos a los otros lo mejor de nosotros», ha pedido a sus conciudadanos.

«Y, por favor, mostrémoselo también a Europa», ha añadido, indicando que Alemania no podrá «salir de la crisis fuerte y sana» si sus vecinos «no se ponen también fuertes y sanos».

«Los alemanes no solo estamos llamados a demostrar solidaridad en Europa, ¡estamos obligados a hacerlo!», ha indicado cuando este año el continente conmemora el 75º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y la victoria sobre la tiranía del régimen nazi.

Macron, con el pie cambiado

De esta forma, según destaca la agencia France-Presse, Steinmeier coge a paso cambiado al presidente francés, Emmanuel Macron, quien, en tono marcial, a mediados de marzo insistió en sus apariciones televisivas en que nos encontrábamos «en guerra» contra la pandemia al anunciar el confinamiento general de la población.

Una vía por la que hasta el momento no transita Alemania, que no aplica un confinamiento estricto. Con un número de muertes relacionadas oficialmente al Covid-19 contenido para la fase en la que nos encontramos, unas 2.500, el país germano parece afrontar mejor la pandemia que muchos de sus vecinos.

Este viernes, el Estado francés ya ha reconocido 8.500 decesos; Italia, 18.800; el Estado español, 16.000; y Gran Bretaña, 10.000.

Alianza mundial por la vacuna

La solidaridad también debería usarse para encontrar una vacuna, como ha enfatizado el presidente alemán: «Asegurémonos, en el marco de una alianza mundial, que los países más pobres, que son los más vulnerables, también tengan acceso a ella».

Steinmeier, además, ha rendido homenaje a los «pilares invisibles» de la sociedad alemana, especialmente a los cajeros de las tiendas, conductores de autobuses y camiones, panaderos, campesinos y trabajadores de la recogida de basuras.

«El peligro todavía no está descartado. Pero, a día de hoy, podemos decir que cada uno de vosotros ha cambiado de vida radicalmente, cada uno de vosotros a salvado vidas y continúa salvando más vidas cada día», ha indicado.