La mayoría de los niños y niñas europeas pueden salir a pasear o montar en bicicleta acompañados de un adulto, salvo en el sur del continente, en especial Italia y el Estado español.
En la mayoría de los países, las normas aplicadas a los menores han sido las mismas que para los adultos: reclusión en casa con la autorización de salir para hacer compras de primera necesidad, ir a la farmacia, al banco o a correos y eventualmente pasear o hacer deporte al aire libre con proximidad al domicilio.
En ese sentido, los y las menores vascas viven una situación ciertamente esquizofrénica, al tener que vivir bajo la administrración española o la francesa, en relación a dónde se hallan respecto a la muga del Bidasoa.
Hego Euskal Herria
En Hego Euskal Herria se están aplicando las medidas aprobadas bajo la Administración española, que no es otra que bien parecida a la italiana. Están prohibidos, pues, los paseos con los menores y además los parques públicos siguen cerrados.
Pero la situación se verá aliviada a partir del próximo domingo, cuando entre en vigor el decreto que permitirá salir a los menores de 14 años a pasear acompañados por un adulto, pero sin que la salida a la calle signifique poder socializar, y sin que todavía se conozcan el alcance de la medida.
Por regla general, en la mayoría de los países donde se permite salir a los niños, estos lo hacen para pasear o montar en bicicleta, y rara vez acompañan a los adultos a sitios cerrados.
Ipar Euskal Herria
Al otro lado del Bidasoa, bajo la Administración francesa, la actitud respecto a la movilidad de los menores es más laxa. Eso sí, algunos supermercados prohíben incluso la entrada a padres o madres que van acompañados de sus hijos e hijas, si bien el Defensor del Pueblo ha advertido de que vetar el acceso a una persona cuya única alternativa es dejar a su hijo solo en casa o hacerlo esperar en la puerta es contrario a los intereses del menor.
El Gobierno francés considera las salidas necesarias para el equilibrio de los niños, pero las limita y recomienda, por ejemplo, a que vayan acompañados de un solo adulto, además de descartar encuentros con otros progenitores o niños.
Por otro lado, entre los motivos que justifican una excepción al confinamiento, está el caso de padres y madres separadas que tengan custodia compartida, o las citas con los profesionales que siguen trabajando en el cuidado de niños.
Se pide a los padres y madres que no dejen salir a los menores solos durante el confinamiento, incluidos los adolescentes, aunque estos últimos pueden hacerlo siempre que lleven una declaración jurada firmada por sus progenitores o por su tutor legal.
Italia
Aunque son muchas las asociaciones de familia y pediatras que han pedido en reiteradas ocasiones que se pueda conceder al menos una hora al aire libre para los menores, en Italia los menores no pueden pisar la calle y de momento no está previsto que la restricción se suavice.
Así pues, los niños pueden salir con uno de sus progenitores para hacer la compra o ir a Correos, pero solo si no puedan quedarse solos en el domicilio.
Otro país con una situación similar es Bosnia-Herzegovina, donde está prohibido el movimiento de menores de 18 años, las escuelas están cerradas y la enseñanza se efectúa a través de internet.
Gran Bretaña
Gran Bretaña mantiene el confinamiento por la Covid-19 hasta al menos el próximo 7 de mayo, cuando el Gobierno decidirá si extiende la cuarentena o empieza a flexibilizar el distanciamiento social.
En este país las medidas no son tan rigurosas como en Italia o el Estado español, ya que tanto los adultos como los menores pueden salir una vez al día para hacer algún tipo de ejercicio –caminar, correr o montar en bicicleta–. Los niños deben ir siempre acompañados por sus padres y madres o las personas que estén a su cargo en su domicilio.
Los menores, al igual que el resto de la población, deben mantener en todo momento la distancia con otras personas: un mínimo de dos metros.
El Gobierno tampoco ha prohibido la posibilidad de que los niños acompañen a sus progenitores a comprar alimentos esenciales o ir a la farmacia.
Alemania
En Alemania, donde los colegios abrirán paulatinamente a partir de la próxima semana, no hay reglas especiales de confinamiento para menores, que tienen las mismas libertades y restricciones que los mayores. La salida a la vía pública está permitida respetando la norma que pide una distancia de por lo menos 1,5 metros con respecto a otras personas.
Las personas que viven bajo el mismo techo no están sometidas a esa regla de distanciamiento entre ellos y está permitido además pasear acompañado de una persona que viva en otro domicilio. El deporte individual al aire libre está expresamente permitido.
Bélgica
También los niños y niñas belgas han podido salir a la calle a pasear desde el inicio del confinamiento. El Gobierno belga ha decidido permitirles las actividades al aire libre siempre que los menores estén acompañados por un miembro de su núcleo familiar y respetando las recomendaciones sanitarias de distanciamiento social.
Aunque no hay una prohibición explícita que impida a los menores acompañar a su padre o madre a la compra, los clientes están acudiendo de manera individual a los supermercados.
En lo que respecta al reinicio de las clases, el Consejo Nacional de Seguridad de Bélgica anunciará este viernes los primeros pasos para el desconfinamiento ciudadano, por lo que se espera que se pongan sobre la mesa nuevas medidas para el sistema educativo.
Según ha trascendido en varios medios de comunicación del país, un informe elaborado por expertos sanitarios que asesoran al Gobierno marca como fecha de vuelta a las aulas el 18 de mayo.
Irlanda
En Irlanda las medidas de confinamiento obligatorio, en vigor hasta el próximo 5 de mayo, permiten a los menores salir a pasear o hacer ejercicio acompañados de sus padres, madres o responsables legales hasta una distancia de dos kilómetros del domicilio, una restricción aplicable también a los adultos que vayan solos.
Asimismo pueden acompañar a los adultos en los desplazamientos considerados esenciales, como a supermercados o farmacias, en los que deben mantener una distancia de dos metros con otras personas.
Suiza
En Suiza, el plan de lucha contra el coronavirus ha incluido medidas de semi-confinamiento, lo que significa que los niños han podido seguir saliendo en compañía de sus padres. Las salidas han tenido que restringirse a un paseo o a una práctica deportiva individual y las reuniones de más de cinco personas, niñas incluidas, están prohibidas.
El Gobierno federal ha anunciado su reapertura para los niveles de la educación obligatoria –de 4 a 15 años– a partir del 11 de mayo, si la evolución de la situación lo permite.
Portugal
En cambio, en Portugal cerca de un millón de niños menores de 15 años no volverán a las aulas presenciales en este curso. Desde esta semana pueden seguir las clases por televisión. El Gobierno luso estudia ahora permitir, a partir de mayo, la apertura de guarderías y la vuelta de los mayores a institutos y universidades.
La fórmula de confinamiento adoptada en Portugal no prohíbe salir a la calle a la población, aunque los portugueses han acatado las recomendaciones del Gobierno y limitan al máximo sus salidas. Los niños pueden pasear e incluso jugar en la calle, aunque parques de juegos y algunos jardines están clausurados.
No es extraño ver en estos días a menores con sus progenitores montando en bicicleta en calles casi desiertas, patinando, haciendo ejercicio o paseando a su mascota. Es muy raro encontrar a menores en supermercados o establecimientos cerrados.
Norte de Europa
En el norte del continente o en centroeuropa la vuelta a las clases presenciales están ya en marcha o a punto de ello.
De hecho, en los países nórdicos no ha habido confinamiento de la población, sino medidas de distanciamiento y restricciones a la actividad económica y social, además de muchas recomendaciones de las autoridades. No ha habido restricciones específicas para niños o menores.
Los parques permanecen abiertos, aunque afectados por las prohibiciones relativas al número de personas que se pueden juntar en un mismo espacio: cinco en Noruega, diez en Dinamarca.
En Islandia y en Suecia no se han cerrado ni guarderías ni escuelas, al contrario que en el resto de países nórdicos, aunque se han implantado restricciones sobre el desarrollo de la actividad y aplicado medidas especiales de higiene.
En Dinamarca han empezado ya a abrir las guarderías y escuelas –para alumnos de hasta quinto grado– el día 15, mientras que en Noruega comenzaron el pasado lunes.
En ambos casos se han implantado restricciones relativas a la distancia social y la higiene, y se dividen en grupos pequeños a los niños para reducir al mínimo el peligro de contagio.
Mientras, en Finlandia, las autoridades recomiendan evitar el contacto social, pero no han decretado en ningún momento el confinamiento de la población, por lo que los padres y madres tienen libertad para llevar a sus hijos de paseo o a los parques.
Austria
En Austria, los estudiantes que se examinan de selectividad volverán a las clases a partir del 4 de mayo y desde el día 15 se prevé el retorno gradual a las escuelas de los demás estudiantes.
Actualmente, los centros educativos y las guarderías mantienen un servicio limitado para cuidar de los menores de 14 años cuyos padres o madres no pueden ocuparse de ellos durante el día.
Los escolares y estudiantes recibieron material para trabajar en casa y mantienen contactos con sus profesores a través de internet. Además, las autoridades han comenzado a entregar ordenadores portátiles en préstamo a los alumnos que no cuentan con este equipamiento.
Lo mismo ocurre en Hungría, donde también las guarderías y escuelas de todos los niveles están cerradas salvo para los pequeños que no tienen quien pueda cuidarlos durante el día y aquellos escolares que no cuentan con acceso a internet en casa.
En la República Checa se han cancelado las clases presenciales de los niños a partir de diez años. Hasta esa edad es posible ir al colegios, aunque en grupos de no más de diez. Los niños están sujetos a las mismas restricciones que el resto de la población, lo que no impide paseos o practicar algún deporte.
En Luxemburgo, los institutos reabrirán sus puertas a partir de 11 de mayo mientras que colegios y guarderías harán lo propio a partir del 25.
La vida pública luxemburguesa no se ha alterado de una forma tan drástica como en otros países de la Unión Europea, ya que se ha permitido salir a la calle a las familias siempre y cuando los padres actúen de manera «responsable» vigilando a los menores.
Esta es la fórmula que se ha aplicado también en los Países Bajos, donde hay una versión suave de confinamiento desde principios de la epidemia y los niños siempre han podido salir a pasear, jugar en el parque, correr por el barrio donde residen o acompañar a sus padres y madres a hacer recados, aunque rara vez se les permite acceder a los supermercados, donde la compra ha de hacerse de forma individual.
A los parques los niños suelen ir solo con uno de los progenitores, y a la hora de pasear se mantiene una distancia de seguridad en la calle.
Grecia
En Grecia no hay un modelo específico de confinamiento para los menores de edad. Siguen las mismas normas que el resto de la población; solo se puede salir a la calle para hacer la compra, ir a la farmacia, visitar al médico, hacer deporte o pasear una mascota.
Antes de salir a la calle, tanto en el caso de niños como de adultos, hay que enviar un sms a un número gratuito gubernamental informando del nombre, dirección y motivo de salida. Se debe salir con un documento de identidad.
La única excepción para los menores de edad es que pueden ser la segunda persona en un vehículo, que como norma general debe circular solo con el conductor.
Tampoco hay medidas específicas para los niños en Rumanía o en Polonia, salvo que las escuelas están cerradas.
Igual ocurre en Serbia, donde las escuelas están cerradas y los alumnos siguen las clases por los medios digitales y canales de televisión destinados a ese propósito. Los padres de niños de menos de 12 años tienen derecho a ausentarse del trabajo o a trabajar desde casa.
Hay un toque de queda para toda la población entre las 18.00 y las 05.00, pero se ha hecho una excepción para los niños con autismo, que sí pueden salir en cualquier momento acompañados de un adulto.
Rusia
Rusia comenzó a mediados de marzo a cerrar las guarderías, las escuelas de primaria y secundaria, y otros centros de estudio, inicialmente hasta el 12 de abril, período que se ha ido prolongando debido a la imposición de cuarentenas y otras restricciones en las regiones. Las universidades han seguido el ejemplo y también han cerrado.
Los niños rusos tienen clases online y de momento no hay visos de que se reanuden pronto las clases presenciales, ante el fuerte aumento de los casos de coronavirus.
Las universidades comenzarán el año académico el 1 de setiembre, si bien el formato en que los estudiantes comenzarán sus estudios estará determinado por la situación epidemiológica.
En cuanto a lo que pueden o no pueden hacer los menores, en Rusia no existen reglas específicas para los niños, pero se tienen que atener como los adultos al confinamiento. Están acordonados los columpios y cerrados los parques infantiles y las canchas deportivas al aire libre.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha ordenado vacaciones obligatorias pagadas –por el empleador– para todos los rusos hasta, en principio, el fin del mes de abril.