Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico de Lakua, ha anunciado que el Ejecutivo de la CAV ha propuesto al Ministerio español de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana tres medidas frente al coronavirus en el transporte público de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. «Somos conscientes de que cada vez más gente vuelve al trabajo y la demanda de transporte es cada vez mayor», ha señalado en la rueda de prensa diaria del Gobierno, junto a la consejera de Sanidad, Nekane Murga.

Según ha señalado, el uso de transporte público ha crecido un 4% en las últimas jornadas, «por lo que las medidas de seguridad deben crecer a la par».

Frente a ello, Tapia ha propuesto que el uso de mascarillas sea obligatorio para hacer uso de cualquier transporte público. «Tenemos la previsión de que cada vez la demanda sea mayor y tenemos que reforzar la seguridad. Además de mantener la distancia de seguridad, donde esta no se pueda asegurar, proponemos que sea obligatorio el uso de la mascarilla». En ese sentido, ha afirmado que su Ejecutivo «mira a Europa» y han sacado la conclusión de que «es indispensable».

Aumentar el aforo

El aforo para los medios de transporte está en la actualidad en el 30% del total y Tapia ha apostador por «aumentar la oferta cuanto mayor sea la demanda», gracias a medidas como la mascarilla. La consejera ha remarcado que es más fácil el control en autobuses que en el transporte ferroviario. «Ante la imposibilidad de asegurar el distanciamiento social, uso de mascarillas», ha remarcado. Tapia no ha hecho mención a la dificultad de que toda la sociedad pueda lograr dichas mascarillas.

Por otra parte, el Gobierno de Lakua colocará gel hidroalcohólico en estaciones de tren y autobús. «Esas medidas de higiene que debemos cumplir, las facilitemos en espacios cerrados. Allí donde se pueden acumular personas».

Por último, el Ejecutivo de la CAV ha apostado por el control de la temperatura de las personas que vayan a hacer uso del transporte público. Aunque se pide que la ciudadanía se tome la temperatura en casa, antes de salir, y que si se superan los 37 grados no salgan, en algunas estaciones, las cerradas y con más tráfico, se tomará la temperatura de todas las personas. En caso de que el usuario supere esos 37 grados, no se le dejará pasar y se pondrá en contacto con las autoridades sanitarias. Unidades móviles serán las encargadas de realizar este control.

«Lo más importante, la responsabilidad de cada uno», ha querido finalizar Tapia.