Siguiendo la misma línea mantenida en la última resolución sobre el final de la temporada, la UEFA insiste en la idea de acabar todas las competiciones e insta a que se juegue la final vasca de Copa a puerta cerrada.

En los últimos días se aseguraba que Athletic y Real, con la conformidad de la Federación española, habían acordado aplazar el partido a la temporada que viene -con la fecha límite de una semana antes a la final de Copa de 2021- con el objetivo de poder disputar la final con público en las gradas.

Sin embargo, faltaba aclarar que sucedería con la plaza europea si se optaba por retrasar la final. Si no se reanudaban las competiciones, el ente organizativo europeo aceptaba la propuesta de la Federación española de otorgar la clasificación al Athletic como finalista y a los seis primeros de la Liga -la Real ocupa puestos de Champions-, pero quedaba en duda qué ocurriría si la Liga se acaba en verano y la Copa se decidía aplazar para jugar con público.

La UEFA ha tomado la decisión de que, si la final se aplaza, el puesto europeo sería para el séptimo clasificado en Liga. Ahora Athletic y Real, junto con la Federación española, deberán decidir si la final se disputa a puerta cerrada este verano o se aplaza a la próxima temporada. Al parecer, si uno de los finalistas aboga por jugar el encuentro, la final se debería disputar si las condiciones sanitarias lo permiten.