Ashraf Ghani y Abdullah Abdullah, que se disputan la Presidencia de Afganistán, han llegado a un «acuerdo provisional» después de meses de pugna, según ha anunciado hoy el ex primer ministro afgano.

«Hemos progresado en las negociaciones y hemos llegado a un acuerdo provisional», ha afirmado Abdullah en Twitter. «Estamos trabajando sobre los detalles para finalizarlo», ha añadido.

A principios de marzo, los dos hombres se declararon presidentes el mismo día en el mismo lugar, sumiendo al país en una crisis institucional.

Pero sólo Ashraf Ghani, oficialmente ganador con 50,64% de los votos presidenciales, fue reconocido por la comunidad internacional.

Los resultados definitivos de la elección presidencial de setiembre no se anunciaron hasta febrero debido, principalmente, a que los candidatos presentaron 16.500 denuncias por irregularidades.

Abdullah Abdullah, que obtuvo sólo 39,52% de los votos, calificó estos resultados de «traición nacional».

«Esperamos concluir cuanto antes el acuerdo político para poder dedicar toda nuestra atención a la lucha contra la pandemia del Covid-19, a la garantía de una paz justa, digna y duradera (...) en un espíritu de unidad nacional y de solidaridad», ha escrito.

La oficina de Ashraf Ghani no ha hecho comentarios. Sin embargo, el jueves, su segundo vicepresidente, Sarwar Danish, dijo que el exjefe del Ejecutivo dirigiría el consejo de paz afgano.

Oferta múltiple

Según un funcionario del Gobierno, entrevistado hoy por AFP, Abdullah Abdullah hizo una oferta múltiple a Ashraf Ghani, en la que se propone para dirigir las posibles negociaciones de paz con los talibanes, mientras que la mitad de los puestos del Ejecutivo serían para sus aliados.

Este conflicto institucional se produce en el peor momento, cuando los insurgentes intensifican sus ataques contra las fuerzas afganas, a pesar de la firma de un acuerdo con Estados Unidos, a finales de febrero, que detalla la salida del país de todas las tropas extranjeras dentro de 14 meses.

Afganistán también se enfrenta a un empeoramiento de la epidemia del nuevo coronavirus, que podría convertirse en «un desastre sanitario en los próximos meses», según un informe estadounidense publicado hoy.

En un país con estructuras de salud muy deterioradas donde, hasta el momento, se han realizado muy pocas pruebas, el Covid-19 ya ha causado unos 2.200 enfermos y se ha cobrado 64 vidas.