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Italia aclara que son 192 los muertos del último día y no 474

Los muertos en Italia con coronavirus en las últimas 24 horas son 192, y no 474 como ha indicado el boletín de Protección Civilde este sábado, pues en realidad se han sumado 282 fallecimientos extrahospitalarios registrados en abril, según fuentes oficiales.

Italia apura sus últimos días antes comenzar la desescalada entre la esperanza y el sobresalto. (Vincenzo PINTO / AFP PHOTO)
Italia apura sus últimos días antes comenzar la desescalada entre la esperanza y el sobresalto. (Vincenzo PINTO / AFP PHOTO)

La cifra de fallecidos en las últimas horas es la más baja desde el 14 de marzo, y no se ha producido un repunte del número de muertos, como se temía.

De acuerdo al boletín publicado en la página web de Protección Civil, Italia ya tiene 28.710 muertos con coronavirus, tras registrarse 474 fallecidos desde el viernes.

Pero el boletín no había aclarado que esa elevada cifra –que supera en mucho a los fallecidos de la última semana– incluye 282 registrados en abril, y que no se habían contabilizado al ocurrir fuera de los hospitales, en la región de Lombardía, que solo los ha incluido hoy en sus recuentos.

La tendencia positiva en el recuento la pandemia continúa en términos de curas (1.665), una disminución en las hospitalizaciones, ya sea en la cantidad de ingresos ordinarios (17.357) o en cuidados intensivos (1.539), así como en la disminución en el número de pacientes identificados (100.704), siendo este el número más bajo desde el 11 de abril.

La prudencia manda ahora que el país transalpino afronta el inicio de la desescalada.

«El lunes comienza el desafío más difícil. Comienza el segundo tiempo de un partido que no sabemos cuánto durará y cómo terminará. No debemos olvidar los sacrificios hechos en la primera parte y debemos entender que seremos los protagonistas del resultado final», ha señalado este sábado el comisario extraordinario para la emergencia, Domenico Arcuri.

Con este símil deportivo, Arcuri ha reconocido el peligro que aún acecha en forma de virus y no se ha cansado de llamar a la prudencia de todos los italianos, para mantener «un equilibrio razonable entre la libertad relativa y la salud», en una conferencia de prensa desde la sede de Protección Civil.

Desde que el 21 de febrero se detectó el primer caso autóctono del virus, en el norte de Italia, ya se han superado los 209.000 casos, pero la evolución favorable de la curva de contagios las últimas semanas, así como la reducción de la presión sobre los hospitales es lo que ha llevado al Gobierno de Giuseppe Conte a decretar el inicio del desconfinamiento y la reactivación parcial de la economía para el lunes.

Eso sí, el Gobierno de Conte ha decidido de forma premeditada esperar al lunes día 4 al inicio de la desescalada, con el objetivo de evitar tentaciones de desplazamientos a segundas residencias o a las playas en medio de un clima casi veraniego.

4,5 millones de trabajadores

A partir del lunes 4 podrán reanudar su actividad la industria y las manufacturas, el sector de la construcción y el comercio mayorista, lo que pondrá en circulación a 4,5 millones de personas antes confinadas.

Se sumarán a los empleados de negocios esenciales que siempre se han mantenido activos, como alimentación, farmacias o gasolineras, así como a las librerías y papelerías, que ya abrieron a mediados de abril.

Abrirán también los parques y se podrán celebrar funerales con un número máximo de 15 asistentes, y se podrá visitar a familiares cercanos, pero no se podrán hacer reuniones sociales.

Desde el 18 de mayo se permitirá reabrir bibliotecas, museos y tiendas minoristas, y el 1 de junio será el turno de bares, restaurantes, peluquerías y centros de estética.

Todo ello, siempre que estos negocios puedan garantizar la seguridad y la distancia entre personas y si en este plazo no se produce un giro negativo en la curva de contagios.

Nada se ha dicho hasta ahora de cuándo podrán reabrir cines y teatros, y en cuanto a los colegios, no abrirán ya este curso, sino a partir de septiembre.

A lo largo de esta semana se ha ido adaptando el transporte público en ciudades como Roma, marcando los asientos que se pueden ocupar en metro y autobuses, o poniendo marcas de separación en las paradas, entre otras medidas para garantizar la seguridad y la distancia.

Obligatorio uso de mascarillas

«Debemos mantener el distanciamiento social, un nivel máximo de higiene y ponernos mascarillas. Hemos hecho lo máximo que hemos podido. Desde el lunes, depende de ustedes», ha advertido Domenico Arcuri.

El gobierno italiano insiste sobre todo en el uso de mascarillas en esta segunda fase, y si en las primeras semanas de la emergencia la tónica general fue el desabastecimiento, Arcuri ha garantizado que ya se han distribuido a las regiones 165 millones de unidades.

«A partir del lunes, los ciudadanos que quieran comprar las mascarillas las encontrarán al precio máximo de 50 céntimos de euros en 50.000 puntos de venta, uno por cada 1.200 habitantes. Desde mediados de mayo, los puntos de venta serán 100.000, uno por cada 600 habitantes», ha asegurado el comisario extraordinario para la emergencia.

Para evitar volver a tener problemas de desabastecimiento, Italia ha apostado ahora por la producción nacional, y en ese sentido el gobierno de Conte ha afirmado que las regiones tienen en depósito 47 millones, que en mayo se distribuirán 12 millones al día, en junio 18 millones, en julio 25 millones y en agosto 35 millones.

También ha informado Domenico Arcuri de que desde el lunes llegarán los test serológicos a muchos laboratorios seleccionados por el ministerio de Sanidad para iniciar el estudio de muestra de anticuerpos a los primeros 150.000 italianos.

«Los ciudadanos serán contactados en los próximos días y se les pedirá que se sometan a la prueba en el laboratorio más cercano. Obviamente lo harán de forma gratuita», ha explicado.

Aeropuertos

Algunos aeropuertos italianos que fueron cerrados hace dos meses ante la drástica reducción de tráfico aéreo volverán a abrir a partir del lunes.

El aeropuerto de Ciampino, el segundo de Roma después de Fiumicino, y el de Peretola, segundo de Toscana después del de Pisa, podrán abrir para vuelos comerciales a partir del 4 de mayo, según ha comunicado el ministerio de Transportes.

Desde Ciampino operan sobre todo las aerolíneas de bajo costo, como Ryanair, que prácticamente ha dejado en tierra todos sus aviones con la pandemia.

Según anuncia el comunicado, en estos dos aeropuertos se han instalado sistemas para evitar la propagación del coronavirus, aunque el ministerio de Transportes no ha especificado más.

Descontento en el sur del país

El calendario de reapertura no contenta a todos por igual. Regiones del sur, mucho menos afectadas por la epidemia, protestan por no poder acelerar su vuelta a la normalidad.

De hecho y paradójicamente, a partir del 4 de mayo, la reanudación de las actividades de producción se concentrará precisamente en las áreas más golpeadas: el norte industrial italiano.

Serán 2,8 millones de trabajadores del norte (Lombardía, Emilia-Romaña, Piamonte, Véneto y Las Marcas) los que volverán al trabajo, frente a 812.000 en el centro y 822.000 en el sur.

Y también han protestado sectores como las peluquerías o la restauración por tener que esperar al 1 de junio para reabrir sus negocios.