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El Gobierno francés piensa celebrar las elecciones municipales en otoño

El Gobierno francés ha preparado un proyecto de ley para celebrar el 27 de setiembre y el 4 de octubre las elecciones municipales que se tuvieron que aplazar por la crisis del coronavirus después de una controvertida primera vuelta el 15 de marzo, en vísperas de que empezara el confinamiento.

El presidente francés Emmanuel Macron ha descartado la opción de convocar las elecciones en junio. (Alain JOCARD/AFP)
El presidente francés Emmanuel Macron ha descartado la opción de convocar las elecciones en junio. (Alain JOCARD/AFP)

Fuentes gubernamentales citadas por la emisora ‘France Info’ han confirmado este domingo que, como reveló ‘Le Journal du Dimanche’, se ha elaborado un texto que supone renunciar a que la votación se realice el 21 de junio como estaba inicialmente previsto. No esperaría al dictamen de un consejo científico que debía pronunciarse el 23 de mayo.

Como ya nadie cree que el consejo científico pueda dar su visto bueno a que se celebren los comicios en junio, y hay también una serie de obstáculos jurídicos, el Ejecutivo ha elaborado un nuevo escenario en su proyecto legislativo, que debe ser sometido al Consejo de Estado antes de que inicie su trámite parlamentario.

En los 30.143 municipios en los que la elección quedó decidida en la primera vuelta el 15 de marzo, los alcaldes y concejales deberían quedar instalados en sus cargos entre el 2 y el 7 de junio. Para los 4.779 restantes -entre las que están la inmensa mayoría de las ciudades-, habrá que esperar al otoño.

Una convocatoria con consecuencias

El 15 de marzo 47 millones de electores fueron convocados a las urnas para elegir a sus alcaldes en el Estado francés con el virus en plena expansión. Por ello, las medidas de protección que se adoptaron no impidieron que distintos actores de la jornada acabaran contagiados.

Pierre Casenave, médico e integrante de la lista Baiona Berdea eta Elkarkidea, difundió un testimonio en las redes en las que cuestionaba la actitud del presidente del colegio 9 de Baiona: «Se ha negado a guardar la distancia, no ha parado de estornudar y, tras usar el pañuelo, ha tocado todos los materiales de la mesa sin limpiarse las manos», denunciaba el candidato. Casenave se quejó al alcalde, Jean-René Echegaray, que le respondió que no hiciera del incidente «una cuestión política».

La alta abstención –de has el 70% en grandes ciudades, como en la capital labortana– marcó los resúmenes de una jornada electoral inusual.

A fecha de 1 de abril se contabilizaba ya la muerte de al menos tres alcaldes franceses que experimentaron síntomas días después de la jornada electoral. Vivían en Haute-Rhin, Côte d’Or o Marne. Los tres participaron en labores organizativas de la jornada electoral.

En Ipar Euskal Herria dos semanas después de los comicios, a las afueras de Baiona, en la localidad de Bokale trascendía un contagio en cadena que afectó a una docena de personas, todas ellas integrantes de listas electorales, incluido el alcalde Francis Gonzalez, de 70 años de edad, que el 15 de marzo logró una clara victoria que dejó encarrilada su reelección.