EL VIRUS LLEGÓ A TXAGORRITXU PASANDO POR VALÈNCIA
Los análisis filogenéticos de las distintas cepas de SARS-CoV-2 apuntan a que las primeras personas contagiadas en Euskal Herria lo contrajeron después de que pasara por València. El virus pudo llegar a Europa a finales de diciembre.
Aunque se considera que es «estable» en comparación con los que originan la gripe estacional, el virus que provoca el Covid-19 está sufriendo constantes mutaciones. Una vez entra en nuestros cuerpos, comienza a replicarse y, cada vez que algo “falla” en ese proceso, va dando lugar a nuevas variantes.
Mientras pasa de una persona a otra, se le puede seguir la pista gracias a los análisis filogenéticos: a partir de la última persona contagiada podemos tirar del hilo del ARN del virus hasta llegar al «brote de Wuhan».
La Comisión Municipal de Salud y Sanidad de Wuhan informó el 31 de diciembre a la Organización Mundial de la Salud de que había detectado un grupo de 27 casos, 7 de ellos graves, de neumonía que tenían en común un nuevo virus de la familia de los Coronaviridae. Posteriormente, al virus se le denominó SARS-CoV-2 y a la enfermedad, Covid-19. A partir de ahí, viajó fuera de China extendiéndose tan ampliamente que el 11 de marzo la OMS declaró que el Covid-19 se había convertido en pandemia.
En Euskal Herria los primeros casos se detectaron en Gasteiz. Concretamente, el 28 de febrero dio positivo una médica internista del hospital de Txagorritxu. Lo que estamos empezando a conocer ahora es qué itinerario –mejor dicho, qué itinerarios– siguió el virus hasta llegar aquí.
Según la secuenciación del genoma del virus que en el Estado español coordina Iñaki Comas desde el Instituto de Biomedicina-CSIC de València (IBV), esos casos de la capital alavesa estarían ligados a una cepa previamente registrada en València. De allí proceden también los primeros detectados en el Hospital de Cruces.
Los puntos de referencia son los hospitales donde han sido extraídas las muestras. Cabe pensar que la mayoría de los casos de Txagorritxu hacen referencia a gente que reside en Gasteiz; en cambio, los de Cruces no tienen por qué ser de Barakaldo. De hecho, en Bizkaia los primeros contagios “locales” se detectaron en Basauri.
Tampoco hay que colegir que las personas afectadas tuvieron que pasar por València para resultar contagiadas. Pudieron coincidir en cualquier otro punto con alguien que ya portara el virus que llegó a la Península a través de esa ciudad o de Madrid, otro de los focos principales. Y también pudo suceder al revés, que alguien de fuera llegase a Gasteiz o Basauri portando el virus.
¿En diciembre en Europa?
El SARS-CoV-2 llegó a la Península en varios vuelos procedentes de distintos países a mediados de febrero. Las secuencias de sus genomas los identifican como pertenencientes a los «clados» G y S, con algunas variantes del V. Los clados son linajes de virus con muchas semejanzas entre sus genomas. Estos tres clados se han extendido por gran parte de Europa. En cuanto a la fecha de penetración en nuestro continente, estudios franceses la han adelantado hasta principios de enero o, incluso, finales de diciembre.
La semana pasada, investigadores del Instituto Pasteur publicaron un informe en el que concluían que el virus circulaba por la región de Lille, en el norte, entre personas asintomáticas o paucisintomáticas (con sintomatología muy leve) mucho antes de la oleada de principios de marzo.
Este informe señala que esa primera cepa, datada entre el 23 y el 29 de enero, procedía de Hubei, mientras que otras detectadas en Bretaña y Alsacia por esas fechas correspondían a personas que habían pasado por Italia. No obstante, esos linajes no son los que después se propagaron a lo largo y ancho de todo el Hexágono.
Ayer, otro grupo de investigadores clínicos indicó que han diagnosticado el Covid-19 a un paciente que ingresó en un hospital de la región parisina el 27 de diciembre. Uno de los responsables de este trabajo, Yves Cohen, explicó, en declaraciones a France Info, que el caso se ha descubierto al volver a analizar los test PCR que se hicieron a 24 pacientes internados en diciembre y enero con neumonía.