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Sin homenaje a los fugados y los presos de Ezkaba por la pandemia

La asociación Txinparta ha enviado una nota de aviso de que este año no se celebrará el homenaje anual frente al Penal de Ekaba, previsto para el día 24. El coronavirus ha obligado a suspender la tradicional cita en recuerdo de la fuga.

Homenaje de 2017 frente al portón de la prisión. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Homenaje de 2017 frente al portón de la prisión. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

El homenaje a los republicanos y nacionalistas se lleva celebrando los últimos 30 años. La cita recordaba la fuga de presos del fuerte y consistía en cantar canciones y colocar ramos de flores junto al portón. 

Además, solía incluirse un aurresku y botellas vacías con claveles. Las botellas son un símbolo del Cementerio de las Botellas, donde se enterraba a presos políticos en fosas y se dejaba una botella con un papelito en el interior con el nombre del prisionero.

La etapa del Cemeterio de las Botellas es posterior a la guerra. Ezkaba funcionó como campo de exterminio unos meses, luego pasó a una durísima prisión para presos políticos y tuvo una última etapa con cierto paralelismo a la situación actual. 

En las últimas fases del tétrico fuerte reconvertido en prisión, se trasladó allá a presos con enfermedades respiratorias graves, principalmente tuberculosis. En principio, porque se decía que el aire fuerte que sacude Iruñerria era bueno para la enfermedad. Fue una suerte de Lazareto donde murieron cientos de personas inocentes, por frío, desatención y enfermedades respiratorias.