En la undécima reunión dominical entre el presidente español y los autonómicos, Iñigo Urkullu ha puesto la cuestión de las elecciones encima de la mesa. Apenas seis días después de convocarlas sin consenso entre los partidos para el 12 de julio, ha reclamado a Sánchez ayuda de carácter técnico para que pueda llevarse a cabo una convocatoria que depende de la evolución sanitaria.
Urkullu ha recordado al inquilino de La Moncloa que la CAV irá a las urnas en mes y medio pero «las circunstancias de la campaña y la jornada electoral serán atípicas y se desarrollarán en unas condiciones inéditas».
Por ello, ha pedido al presidente Pedro Sánchez poder «contar con la plena colaboración de los servicios públicos del Estado para que todo se desarrolle con seguridad y plenas garantías».
Urkullu ha añadido que los vascos se encuentran ante «una etapa de vigilancia y control, tanto de casos y contactos como, en otro ámbito, de compromiso individual y colectivo» y «manteniendo la prioridad en la salud pública», se deben «primar la recuperación económica y del empleo».
Además, el lehendakari de la CAV ha planteado «reconsiderar el formato, el contenido y la continuidad de estas reuniones» semanales por videoconferencia ya que «es evidente» que la situación «es diferente y es mejor» a la que había cuando hubo que celebrar la primera.
Ha explicado que el estado de alarma se circunscribe a cuestiones de salud y de carácter sanitario que se pueden debatir en «el Consejo Interterritorial con la autoridad delegada única como es el ministro de Sanidad» y que existen «foros de cooperación multilateral» para abordar el resto de cuestiones.