«Es momento de que las élites económicas asuman su responsabilidad» ha sostenido en ese sentido el portavoz del LAB en Nafarroa, Imanol Karrera.

En rueda de prensa, ha defendido que «tenemos que aprovechar la situación actual para desarrollar entre todos un plan que no busque apoyar al capital sino cuidar y apoyar a las personas y trabajadores» y ha insistido en que «no se puede reconstruir un sistema que nos ha llevado a la crisis actual».

Para ello, ha indicado, van a llevar a la reunión del Consejo Económico y Social de Nafarroa que se celebrará el próximo miércoles «medidas que defiendan el empleo», que «eviten precarizar aún más las condiciones laborales», que pongan en el centro la salud laboral y que «garanticen los derechos sociales para todas las personas».

Karrera ha pedido valentía a la presidenta del Gobierno de Nafarroa, María Chivite, a quien ha instado a poner en marcha «una transición que supere el modelo actual y que ponga en el centro nuestras vidas y la del planeta».

Desde LAB, han apostado también por un cambio de financiación. Al respecto, Karrera ha criticado que el Gobierno haya anunciado que, a pesar de esperar una caída de ingresos de 800 millones de euros, no va a cambiar el sistema fiscal «atendiendo a las peticiones de la patronal».

En este sentido, ha sostenido que el Gobierno «debe imponer un impuesto a la riqueza, evitar que descienda el impuesto de sociedades, volver a analizar el IRPF para que sea más progresivo y evitar el fraude fiscal, que en Navarra se cuantifica en millones de euros».

Estas propuestas, ha indicado, van en contra del planteamiento del Ejecutivo navarro, que «se basa en la estrategia neoliberal europea S3» y en afianzar la política de colaboración publico-privada que «ha demostrado que no funciona».

Desde LAB, Karrera ha defendido también la necesidad de «respetar a Navarra como marco de decisión» en contra de la centralización que, ha criticado, se planteó por el Gobierno español y que ha seguido María Chivite.

Aunque ha valorado que la reunión se celebre en el CES, «el marco en el que estamos todos los gentes políticos, sociales y sindicales», ha pedido que se amplíe el proceso de participación «a toda la sociedad» y «que no lo limiten a los marcos formales», favoreciendo la participación de otros movimientos como los de pensionistas, feministas, jóvenes y antidesahucios.

«Este plan está demostrando lo agotado que está el diálogo social», ha considerado, tras lo que ha denunciado que en él «solo están CCOO, UGT y la patronal», y ha criticado que esta última, además, no está contenta en este marco «porque no puede imponer sus medidas y su monopolio».