El ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, ha destituido al jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid, el coronel Diego Pérez de los Cobos, por «pérdida de confianza».

Así lo han manifestado a Efe fuentes del Ministerio, que no han desvelado los motivos por los que este departamento ha perdido la confianza en el coronel.

Según eldiario.es, la destitución de Pérez de los Cobos se debe a que no comunicó a sus superiores jerárquicos que agentes a sus órdenes habían entregado a la juez un informe sobre la presunta responsabilidad penal de la convocatorio del 8-M en Madrid.

La juez de Madrid Carmen Rodríguez-Medel mantiene imputado al delegado del Gobierno español en Madrid, José Manuel Franco, por haber permitido esta convocatoria, lo que habría contribuido a propagar el coronavirus en la ciudad castellana.

Represión del 1-O

Pérez de los Cobos coordinó el dispositivo policial con motivo del referéndum del 1 de octubre de 2017 en Catalunya, ya que en ese momento era el director del Gabinete de Coordinación y Estudios dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad.

El coronel declaró como testigo tanto en la Audiencia Nacional español como en el Tribunal Supremo en las causas abiertas contra el Govern catalán y los líderes de ANC y Òmnium Cultural por «rebelión y sedición».

En sus comparecencias, llegó a acusar directamente a los Mossos d'Esquadra de facilitar la celebración del referéndum. Su testimonio fue la base argumental para las sentencias contra varios líderes independentistas catalanes.

En su declaración en el Supremo, Pérez de los Cobos llegó a afirmar que ni la Guardia Civil ni la Policía española actuaron contra gente pacífica, mayores o niños sino que «se encontraron un escenario de situaciones de violencia muy graves contra los agentes». Para ello, empleó la expresión «muralla humana» para definir la presencia de personas en los colegios electorales.

Antecedentes en Euskal Herria

Pérez de los Cobos estuvo previamente destinado en Euskal Herria, donde llegó a ser juzgado por torturas. Resultó absuelto de las torturas a Kepa Urra en 1992, porque no se puedo acreditar que él mismo las infligiera, pero en la misma causa la Audiencia de Bizkaia sí que se condenó a tres agentes del instituto armado por practicar las torturas.