Los trabajadores de Nissan en Barcelona se han movilizado este jueves contra el cierre de sus plantas con una marcha lenta de centenares de vehículos que ha colapsado la circulación en algunas vías y que ha acabado con una protesta a pie en la Diagonal frente al bufete encargado de los despidos.
Cuando se cumple justo una semana de la comunicación del cierre, tres columnas de vehículos, integradas por turismos y motocicletas, han partido a las 10.30 horas de las fábricas de Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca en dirección a la avenida Diagonal de Barcelona.
Los vehículos han hecho sonar los cláxones y portaban carteles en defensa de los 25.000 puestos de trabajo directos e indirectos amenazados por el cierre y a muchos se les escuchaba alto y claro «guerra, guerra, guerra, Nissan no se cierra».
Algunos coches llevaban carteles con lemas como «25.000 familias. Nissan no se cierra» e imágenes del «Daruma», la tradicional figura japonesa que estaba presente en todas las ceremonias de presentación de nuevos modelos en la factoría de Zona Franca.
La marcha ha provocado colas ya en la Ronda Litoral y los trabajadores han cortado después la circulación en la avenida Diagonal, donde los manifestantes han aparcado los coches para seguir a pie la protesta frente al edificio que alberga el despacho de abogados al que Nissan ha encargado el expediente de regulación, y que se encuentra muy cerca del consulado de Japón.
En la Diagonal, a la altura de la calle Entença, los trabajadores de Nissan han gritado consignas contra la decisión de la multinacional nipona y han tirado petardos, provocando cierta tensión, aunque no se han producido incidentes y los efectivos de los Mossos d'Esquadra que se han desplazado hasta el lugar no han actuado.
La protesta de los empleados del motor, muchos de los cuales iban acompañados por sus familias, ha recibido también el apoyo de grupos de taxistas convocados por el colectivo Elite.
La misma forma parte de las movilizaciones que convoca el comité de empresa como forma de presión a la multinacional para que renuncie a su intención de cerrar sus plantas en Catalunya, que tiene fecha prevista para diciembre de este año.
Conocer el plan
Durante todos estos días se han producido diferentes protestas y manifestaciones de los trabajadores en defensa de sus puestos de trabajo. También la Generalitat y el Ministerio español de Industria han acercado posturas sobre un plan de futuro tras el cierre de Nissan, del que se desconocen sus entresijos. Los trabajadores y los delegados sindicales reclaman un conocimiento exacto del mismo.
Ayer mismo UGT de Catalunya indicó que ha pedido a través de una carta a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y a la consellera de Empresa y Conocimiento de la Generalitat catalana, Àngels Chacón, que les dé a conocer «lo antes posible» el plan elaborado por ambas administraciones para la viabilidad de las plantas de la multinacional en Catalunya.
Reclama saber todos los detalles de este plan, que también cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona.
«Nacionalización»
Por otro lado, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha asegurado que la nacionalización y la intervención pública en empresas, una acción que están proponiendo desde diferentes ámbitos para las instalaciones que abandonará Nissan en Catalunya, es una «herramienta disponible».
«En términos abstractos, es una herramienta disponible no solo por la Constitución sino, como estamos viendo, en el ámbito europeo, donde muchos países están interviniendo en el capital de muchas empresas, entre ellas, algunas aerolíneas», ha explicado Garzón en una entrevista a TVE recogida por Europa Press.
Ha abogado por contar con una industria «fuerte», con servicios de alto valor añadido y con una economía que permita a los trabajadores contar con salarios altos y ha recordado que estos episodios de desindustrialización, que se repiten desde los años 80, hacen «más débil» al Estado español.