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PARÍS

El Gobierno francés prohíbe el estrangulamiento como técnica de detención policial

El ministro francés de Interior, Christophe Castaner, ha anunciado este lunes la prohibición de la polémica práctica del estrangulamiento como técnica de detención policial, la utilizada contra George Floyd en Estados Unidos.

Protesta contra el racismo y la violencia policial, el pasado sábado en Marsella. (Christophe SIMON/AFP)
Protesta contra el racismo y la violencia policial, el pasado sábado en Marsella. (Christophe SIMON/AFP)

La técnica del estrangulamiento «no será enseñada en las escuelas de policía y gendarmería. Es un método que genera riesgos», ha indicado en rueda de prensa Castaner, quien, a petición del presidente Emmanuel Macron, ha avanzado algunas decisiones de una reflexión iniciada a principio de año sobre la deontología de las fuerzas del orden.

El Gobierno francés intenta así atajar las protestas contra la violencia policial y el racismo, que se han extendido en los últimos días desde Estados Unidos, y que reunieron el pasado sábado en París a unas 20.000 personas.

«El racismo no tiene cabida en nuestra sociedad y aún menos en nuestras fuerzas del orden. No basta con exigir ejemplaridad hay que facilitar los medios», ha dicho Castaner, que ha comenzado defendiendo el cuerpo y asegurando que no hay parecidos entre las policías estadounidense y la francesa, aunque ha admitido que hay agentes «racistas».

«Tolerancia cero»

El Gobierno francés ha insistido en que habrá «tolerancia cero» con el racismo en las fuerzas de seguridad y, para combatirlo, ha prometido una mejora en la formación inicial y continua de los agentes, que incluirá una «sensibilización contra la discriminación».

Cuando en las manifestaciones se denuncian controles arbitrarios de identidad contra personas negras, Castaner ha explicado que el pasado viernes envió una instrucción a todos los servicios para recordar el marco en que debe realizarse un control de identidad y evitar que esto sea usado como «excusa».

Se reforzará también el uso de cámaras móviles en los controles así como la necesidad de los agentes de llevar en un lugar visible su número de identificación policial, y se sancionarán cualquier comportamiento racista probado dentro de los cuerpos planteando incluso una «suspensión sistemática».

A modo de ejemplo, Castaner ha citado la suspensión de seis policías en Ruán (norte) por ser racistas con un compañero.

«Quiero tolerancia cero contra el racismo en las fuerzas del orden. Ningún racista puede llevar con dignidad el uniforme de policía», ha defendido el ministro.

Según el vespertino ‘Le Monde’, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido al Gobierno que actúe con rapidez para hacer propuestas frente a las denuncias de racismo y violencia en la Policía.

Castaner ha tratado de moverse entre la defensa de las fuerzas de seguridad, evitando generalizaciones, y la firmeza hacia cualquier comportamiento racista en el seno de la institución.

No ha atajado, sin embargo, otros puntos polémicos como la técnica de inmovilización boca abajo, utilizada fatídicamente en varias detenciones, ni la independencia de la Inspección General de la Policía Nacional, encargada de investigar las denuncias internas, a la que se acusa de parcialidad.