La concejala de Servicios Sociales, Acción Comunitaria y Deporte, María Caballero, ha presentado en la Comisión de Asuntos Ciudadanos la modificación del contrato de los Servicios de Acción Preventiva Comunitaria que permitirá poner en marcha esta nueva iniciativa manteniendo los puestos de trabajo de un contrato que con la crisis sanitaria no se está pudiendo desarrollar según lo previsto inicialmente, según informa el Ayuntamiento.

Los campamentos urbanos se celebrarán entre el 9 de julio y el 31 de agosto para menores de 6 a 12 años en cuatro centros educativos en los que se desarrollarán la mayor parte de las actividades y el servicio de comedor.

Se han elegido esos espacios teniendo en cuenta la población de esa edad en la zona y que se abarcan distintos barrios para dar una cobertura amplia a la mayor parte de la ciudad.

Tendrán lugar en C.P. San Juan de la Cadena para los barrios de Buztintxuri, Sanduzelai, Donibane y Ermitagaña-Mendebaldea; C.P. Bernart Etxepare para Arrotxapea y Txantrea; C.P. Mendillorri para Arrosadia-Azpilagaña, Mendillori, Erripagaña y Lezkairu y C.P. Vázquez de Mella para Alde Zaharra, Ensanche, Iturrama y Etxabakoitz.

El horario general de los campamentos urbanos será de 9 a 14 horas, aunque existirá la opción de quedarse a comer y salir a las 15.30 horas y la de entrar a las 8 de la mañana. De esta forma, de 8 a 9 de la mañana se realizarán actividades de activación y de 9 a 11 tendrá lugar la acogida de los menores, que podrán llegar en horario flexible según las necesidades familiares. La salida también se adaptará y será 13.30 a 14 horas, salvo para quien se quede a comer que podrá permanecer hasta las 15.30 horas.

Se establecerán un máximo de 100 plazas en cada centro educativo, por lo que podrán participar 400 menores. En principio están diseñados para niños y niñas de 6 a 12 años, aunque se trabaja la opción de hacer actividades para adolescentes de 12 a 14 años. Para atenderles se ha establecido el número de 20 adultos de referencia por centro, sumando 80 personas. Se establece la posibilidad de apoyo por personas voluntarias, por ejemplo, para tareas escolares, juegos o paseos.

En todos los espacios se adoptarán medidas para garantizar la seguridad, proteger la salud y evitar contagios entre menores, profesionales, voluntariado, familia y entorno social.