El Producto Interior Bruto (PIB) de la CAV caerá este año el 8,7%, un ejercicio en el que el Gobierno autonómico estima que se perderán unos 68.000 puestos de trabajo, lo que supone un descenso del empleo del 7%.

El consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu; y el viceconsejero de Economía, Finanzas y Presupuestos, Alberto Alberdi, han comparecido este martes para dar a conocer los datos de la revisión de las previsiones macroeconómicas para este año una vez que se conoce la duración definitiva del estado de alarma decretado por la pandemia de la covid-19.

Azpiazu ha subrayado que el parón de la actividad por el coronavirus ha generado una situación económica «muy complicada» en 2020, que se verá en parte compensada con un crecimiento del 6,7% del PIB y del 5,4% del empleo en 2021.

Por su parte, Alberdi ha hecho mención a las palabras del lehendakari Urkullu sobre la «solidaridad» de los trabajadores públicos, lo que fue ampliamente entendido como una advertencia de posibles rebajas salariales. El viceconsejero ha rechazado esta idea y ha defendido que «no sólo hay que descartar la austeridad mal entendida que llevó a la segunda recesión, genuinamente europea, sino descartar la idea de deflación salarial que la caracterizó. La deflación salarial es un riesgo que no puede hacer si no empeorar las cosas».

Alberdi ha apuntado que «es verdad que cabe apelar a la solidaridad y un reparto equitativo de los sacrificios y que eso en el caso del sector público impone una contención salarial, pero en ningún caso una deflación ni rebaja salarial».