Joseba ITURRIA

El sexto penalti señalado en los seis últimos partidos alarga la mala racha de la Real ante el Celta (0-1)

La Real ha perdido ante el Celta (0-1) por un gol marcado por Iago Aspas al transformar en el minuto 45 un penalti más que riguroso, el sexto que los árbitros han señalado a los blanquiazules en los últimos seis partidos. Los blanquiazules llevan un punto en los cuatro partidos jugados tras el parón. [Estadísticas del partido

El colegiado señala una amarilla en el transcurso del encuentro. (Juan Carlos RUIZ /FOKU)
El colegiado señala una amarilla en el transcurso del encuentro. (Juan Carlos RUIZ /FOKU)

La Real no ha podido romper la racha negativa y el punto sumado en las últimas cuatro jornadas le han hecho bajar de la cuarta plaza a la séptima y puede acabar la jornada en la octava fuera de zona europea si el Valencia gana este jueves en Ipurua.

Una dinámica negativa que no se limita a los jugadores, que no han recuperado el nivel previo al parón, sino que se ceba especialmente en los arbitrajes porque no es normal que a un equipo le castiguen con seis penaltis en los últmos seis partidos cuando los rivales apenas le pisan el área.

La Real no está bien, pero sus partidos se deciden por pequeños detalles, decisiones arbitrales que son contrarias, y que siempre le hacen jugar con el marcador en contra.

No se puede sancionar un penalti cuando un jugador se tira al césped al sentir un leve contacto, aunque también es verdad que Diego Llorente estuvo muy mal primero al no despejar y después al tocar al delantero céltico. Es su segundo penalti en cuatro días por leves contactos.

Ha sorprendido que él fuera uno de los elegidos para seguir en el once cuando se esperaba a Le Normand en su lugar. Imanol ha introducido cinco cambios con respecto al partido del domingo con la primera titularidad del medio centro del filial Martín Zubimendi en la posición de Zubeldia, la vuelta de Zaldua al lateral derecho por Gorosabel, la entrada de Aritz Elustondo por Le Normand, con lo que Diego Llorente ha pasado al perfil izquierdo, y Januzaj y Willian José por Portu e Isak. Han repetido además del central madrileño Remiro, Monreal, Merino, Odegaard y Oyarzabal.

Óscar García ha realizado tres cambios con respecto al equipo que goleó al Alavés, uno obligado por la sanción de Okay, sustituido por Bradaric, y la entrada de Aidoo en el centro de la defensa por Araujo y la de Santi Mina en punta por Smolov. Ha jugado con un 4-3-3 y no con el 5-3-2 que se anunciaba desde Vigo.

Con dos planteamientos y estilos similares la clave estaba en tener más el balón y los dos equipos se han preocupado en el primer tiempo más de tenerlo y de recuperarlo que de buscar la portería rival con él. Antes del descanso apenas se han podido contabilizar un disparo de Januzaj en el primer minuto y dos jugadas suyas que no han materializado Merino y Odegaard.

El Celta ha inquietado menos aún, apenas ha tenido en el primer tiempo dos disparos de Santi Mina sin peligro, pero se ha encontrado en el minuto 45 con otro penalti más que discutible en una indecisión entre Zubimendi y Diego Llorente, que no ha despejado al balón y ha tocado a Aspas muy levemente, pero lo suficiente para que el capitán céltico se lanzara a la piscina sin que el VAR pudiera desdecir la decisión arbitral de señalarlo porque hay un leve contacto. Es el sexto penalti sancionado a la Real en los últimos seis partidos de Liga –solo ante el Alavés no se le sancionó ninguno y en Eibar fueron dos– y unos cuantos, como este, más que riguroso. Iago Aspas no ha perdonado y ha adelantado a su equipo.

Diego Llorente se ha quejado en el inicio del segundo tiempo de un contacto similar de Vázquez cuando buscaba el remate en un corner, pero ése no lo ha señalado.

Imanol ha dado entrada en el minuto 57 a Aihen y Portu en lugar de Monreal y Odegaard, con lo que Oyarzabal ha pasado a la posición del noruego.

La Real lo ha intentado con una alta de Januzaj que ha despejado Rubén y un cabezazo de Merino que ha salido fuera, pero el Celta ha conseguido cortar el ritmo del partido e Imanol ha decidido dar entrada a Gorosabel e Isak por Zaldua y Oyarzabal en la última parada para la hidratación, en la que el Celta ha tardado dos minutos más en volver al campo con una defensa de cinco para defender su ventaja. Ha acabado con un 5-4-1 con todos los jugadores muy juntos cerca de su área, ha perdido todo el tiempo que ha podido y más y la Real no ha podido crear ocasiones en los últmos quince minutos y en los escasos cinco de tiempo añadido que solo se han perdido en el parón de hidratación.