Ion SALGADO-Iñaki IRIONDO
GASTEIZ

Récord de voto por correo, un 16,3% más que el 28A

Un total de 125.255 personas han solicitado el voto por correo en la CAV, lo que supone un gran incremento sobre los 52.365 que lo hicieron en las autonómicas de 2016, pero no tanto si se tienen en cuenta las 107.710 que lo hicieron el para el 28 de abril de 2019. Entonces en Araba se hicieron más del doble de peticiones que en esta ocasión.

La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, y el director de Régimen Jurídico, Servicios y Procesos Electorales, Eugenio Artetxe, dieron a conocer ayer que 125.255 personas han solicitado poder votar por correo el 12 de julio. Esto supone el 7,3% del censo. Aunque no todos ellos acaben formalizando el voto, supone ya todo un récord, sobre todo si se compara con los anteriores comicios autonómicos, en los que las peticiones fueron 52.365.

También por primera vez el Gobierno ha hecho un verdadero esfuerzo por promocionar el voto por correo, otorgando facilidades como que el proceso se pudiera culminar cuando el cartero o cartera llevaran la documentación al domicilio reseñado. El miedo al contagio del covid-19 y que julio sea un mes vacacional para una parte de la ciudadanía, además de las campañas institucionales, han contribuido a este impulso.

Aun así, las peticiones actuales de voto por correo no están tan lejos de las que se dieron en las elecciones a Cortes del 28 de abril, que sumaron 107.710 solicitudes. Ahora son un 16,3% más. En aquella ocasión, una buena parte de ese gran incremento se dio en Araba, que precisamente ese día celebra la festividad provincial de San Prudencio y que daba lugar a un puente con el Primero de Mayo, que para muchas familias alavesas suponía una semana de vacaciones.

Entonces en Araba 34.206 personas pidieron votar por correo. Ahora han sido menos de la mitad, 16.144.

Si comparamos ambas fechas por territorios, vemos que aquel 28 de abril las solicitudes en Bizkaia fueron 47.250, que para este 12 de julio se elevan a 77.067. En Gipuzkoa fueron 26.254 entonces y ahora llegan a 32.074.

En cualquier caso, las solicitudes de voto por correo en esta ocasión están por encima del doble de las tres últimas elecciones autonómicas. Como se recoge más arriba, en 2016 fueron 52.365. Y en 2012, 46.538; en 2009, 43.379.

Según han explicado los responsables del Departamento de Seguridad, las 125.255 personas que en esta ocasión han demandado el voto por correo, deben finalizar todo el proceso, puesto que ya no podrán acudir a la mesa electoral.

El plazo para formalizarlo concluye el 10 de julio, aunque en otras ocasiones la Junta Electoral Central ha accedido a extender ese plazo. De todas formas, convendría no confiar en ello. El PNV también pidió que el límite de la solicitud no acabara el día 2 de julio, sino el 3 o incluso más tarde si fuera posible, pero no hubo concesión.

Casi imposible voto exterior

Donde sí se sabe que habrá un descenso de participación es en el voto del exterior, aunque los responsables de Lakua no ofrecieron ayer datos concretos. Hace cuatro años se aceptaron 4.727 solicitudes, y en esta ocasión el Gobierno señala que el voto CERA, el voto de los residentes en el extranjero, «muestra en principio una tendencia a la baja que aún no podemos precisar».

La crisis del covid-19 ha supuesto que en muchos casos el voto desde el exterior haya sido imposible de formalizar, por estar cerrados servicios internacionales de correos. También ha habido problemas con el voto apoderado, que permite a las personas impedidas ejercer su derecho a través de otras a las que concede un poder notarial o consular.

Ante algunas propuestas realizadas por la Dirección de Régimen Jurídico, Servicios y Procesos Electorales para paliar esta situación y que no eran acordes a la legislación actual, la Junta Electoral Central respondió aludiendo a su responsabilidad propia por no haber previsto los obstáculos que se presentarían ni haber tenido «la cautela de efectuar las adaptaciones normativas necesarias» para la situación.

La JEC reprochó a Lakua que «desde el momento en que fue autorizada la convocatoria de elecciones en el marco de una situación de pandemia que iba a afectar durante meses, cuando menos, a la mayoría de los países del mundo, debió preverse la ineludible aparición de riesgos y obstáculos que dificultarían e, incluso, podrían llegar a impedir ocasionalmente el normal ejercicio del derecho de sufragio por los electores».

Votar «con normalidad»

Las instituciones aseguran que se han tomado las medidas organizativas y sanitarias precisas para «vivir ese día de votación como lo que es, un día de libertad y confianza», según señaló la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia.

Las personas que tengan que formar parte de las mesas contarán con un kit especial en el que encontrarán mascarillas quirúrgicas, material para la limpieza de manos, mascarillas FFP2, que serán utilizadas durante el recuento, y guantes de nitrilo. «Son medidas para que todos y todas acudamos a la mesa electoral con garantías sanitarias», apuntó Beltrán de Heredia, quien recordó que los electores deberán acudir a con mascarilla o se la darán allí.