Imanol mostraba en la previa del encuentro su deseo de que la Real cogiera la ola buena con una victoria ante el Granada que le colocara sexta y le permitiera alejar al Valencia y eliminar de la pelea al equipo andaluz, pero sigue en la dinámica negativa por los problemas físicos de una plantilla muy mermada y por las facilidades defensivas de un equipo que ha permitido al rival marcar en sus tres jugadas de ataque.
Odegaard e Isak no han podido ni calentar, Monreal y Zubeldia tampoco han llegado a jugar, e Imanol ha tenido que recurrir a tres jugadores del Sanse y a jóvenes como Gorosabel, Aihen y Barrenetxea, el mejor realista, para pelear por un empate que ha merecido con creces. Pero todo el gran trabajo para recuperar el 0-2 adverso se ha quedado sin premio con la facilidad con la que ha marcado Domingos Duarte el 2-3.
Porque como bien dijo Imanol el punto podía ser bueno, y hubiera sido magnífico, y la derrota coloca al Granada empatado con el Valencia octavo a un punto y merma aún más a un equipo que tiene que jugar el lunes contra el Villarreal, otro equipo que tendrá dos días más de descanso.
Porque las secuelas de la sucesión de partidos se acumulan. Imanol ha alineado de salida a Moyá; Aritz Elustondo, Diego Llorente, Le Normand, Aihen Muñoz; Zubimendi, Merino, Oyarzabal; Portu, Willian José y Barrenetxea.
Solo tres cambios con respecto al partido del lunes al entrar Diego Llorente por Gorosabel y pasar Aritz al lateral, Barrenetxea por Odegaard y jugar en el puesto del noruego Oyarzabal y Willian José por Isak. Zubimendi y Aihen han repetido en lugar de los habituales hasta ahora Zubeldia y Monreal.
Al Granada solo le valía ganar para meterse en la pelea europea y Diego Martínez ha planteado el partido de una manera valiente con un 5-2-3, con dos laterales –Foulquier y Carlos Neva– que se sumaban al ataque, con uno de los dos pivotes, Yangel Herrera, que se metía casi en el área en las jugadas de ataque y así ha llegado el gol de Antonio Puertas en el minuto 21 con una Real demasiado replegada, lo que ha permitido tocar muy fácil al Granada en el último cuarto de campo y a un central, Domingos Duarte, dar la asistencia desde cerca del área sin que nadie le presionara y sin que Le Normand haya impedido el remate del delantero granadino.
El Granada no ha cambiado su planteamiento con el 0-1. Antonio Puertas y Carlos Fernández seguían como delanteros sin ayudar a sus centrocampistas y sin cerrar el partido y ha encontrado demasiado premio a su valentía al marcar el segundo gol Soldado en una jugada en la que Diego Llorente se ha equivocado al intentar cortar un balón de Yangel Herrera, otra vez sin presión, que iba a Carlos Fernández, que como el celantero centro estaba en fuera de juego.
Una regla injusta porque es un jugador en fuera de juego el que provoca el error de Diego Llorente, pero un central debe conocerla.
Más ocaiones realistas
Al Granada le han bastado dos jugadas de ataque para sentenciar el partido a pesar de que la Real ha tenido más opciones ofensivas con dos remates de Portu en buena situación, un centrochut de Barrenetxea al poste y un buen remate del juvenil que despejó Rui Silva.
Barrenetxea ha sido el único que ofrecía frescura por su banda izquierda en una Real cansada que ha acusado tener dos días menos de descanso que el Granada.
La Real ha entrado en el partido tras el descanso al recortar distancias Mikel Merino en el minuto 47 con la derecha en un balón suelto dentro del área tras un saque de esquina (1-2).
Imanol ha recurrido a Djouahra en lugar de Portu y Willian José ha tenido en el minuto 64 el empate en un remate que no ha encontrado portería, como otro disparo del extremo del Sanse tras una buena jugada individual.
Ha sido Djouahra el que ha fabricado la jugada del empate en el minuto 83, marcado por Mikel Oyarzabal de buen disparo, pero cuando la Real había realizado lo más difícil ha llegado el gol de Domingos Duarte en un centro lateral en el que ha cogido la espalda de Aihen Muñoz.
El equipo de Imanol ha buscado el empate hasta el final, pero ya no ha podido más ante tantos golpes.
Rabia y dolor de Imanol
Imanol ha reconocido tras el partido sentir rabia y dolor, pero también se ha mostrado «súper orgulloso de este equipo, de este grupo de chavales que ante la adversidad no deja de trabajar ni de intentar jugar ni de ir a por el partido».
El técnico oriotarra ha añadido que «el fútbol está siendo súper injusto y súper cruel. Algún día espero que a estos chavales todo lo que nos están quitando en esta parte final se lo devuelvan porque creo que por toda la intención, por todo lo que están haciendo, se merecen mucho más. Ya veis que el equipo incluso en los momentos malos ha seguido creyendo, ha seguido insistiendo y lo va a hacer hasta el final, pase lo que pase. Una vez más otro palo, más gordo, duro y cruel, pero nos vamos a levantar»
Ha destacado que «habéis visto como estaba el equipo, cómo ha salido en la segunda parte incluso con el 0-2, y con la rabia que ha entrado al final del partido. Pero este equipo, y lo ha demostrado hoy, no va a dejar de creer, no va a dejar de insistir, no va a dejar de trabajar».
«No sé hasta dónde vamos a llegar. pero lo que sí tengo claro es lo que vamos a hacer y vamos a hacer lo que hemos hecho hasta ahora, trabajar e insistir para poder conseguir el objetivo. Quedan tres partidos, vamos a ver si somos capaces de mantener el nivel de juego, no de resultados, pero sí de juego, sí de intención, sí de ilusión, y eso lo vamos a hacer», ha garantizado el entrenador realista.
Sobre las bajas de Odegaard, Isak y Monreal, Imanol ha confirmado que «si no han calentado es por un motivo obvio, no estaban ni para calentar. En ese sentido esperemos que para el lunes estén. No hemos corrido riesgos para que puedan estar para Villarreal». Un partido que, como el del Granada, la Real afrontará con la plantilla muy tocada y dos días menos de descanso que el rival.