El PNV ha ganado las elecciones al Parlamento de Gasteiz de este domingo con 349.429 votos (38,76%) y 31 escaños, lo que supone 3 escaños más que en 2016, pero casi 50.000 votos menos. Por territorios, los jeltzales han conseguido ganar en todos consiguiendo en Araba 9 diputados (+1), en Bizkaia 12 (+1) y en Gipuzkoa 10 (+1).
La novedad formal en la noche electoral en Sabin Etxea ha sido el cambio de escenario de la comparecencia final de los líderes, que en vez de ser en la sala habitual se ha producido en la calle, donde los militantes han ido llegando poco a poco.
Después de estar varias horas reunidos en el segundo piso de Sabin Etxea, sobre las 23:00 de la noche ha salido Iñigo Urkullu acompañado de Andoni Ortuzar. Algo más de un centenar de militantes, que estaban esperando la salida de su líder en el bar de la sede, le han recibido con una gran ovación y al grito de «Urkullu lehendakari».
Tras recordar a todas las personas que han sufrido el coronavirus, a las víctimas y sus familiares, Urkullu ha agradecido el trabajo hecho en la campaña a sus militantes. «Han sido meses difíciles y una campaña difícil, pero lo hemos conseguido», ha remarcado. Además ha señalado que las elecciones se han hecho con «total normalidad y seguridad».
«La gente ha hablado y ahora nos toca responder», ha indicado antes de señalar sus tres objetivos en la nueva legislatura: empleo, cohesión social y autogobierno. «Nos toca formar el Parlamento, crear un gobierno fuerte y presentar un programa firme», ha dicho Urkullu
«Nuevo ciclo de colaboración»
Por su parte, Andoni Ortuzar ha calificado de «excelente» el resultado obtenido por su partido en estos comicios, y ha realizado un «ofrecimiento solemne» a los demás partidos, «más allá de la conformación del Gobierno», para «abrir un nuevo ciclo de colaboración conjunta que permita poner en pie a Euskadi tras la crisis del coronavirus».
Ninguno de los dos ha hecho referencia a acuerdos postelectorales, aunque durante la campaña ha sido evidente la apuesta continuista por sumar con el PSE, algo que también da por bueno Idoia Mendia.
Las medidas sanitarias han marcado la jornada en Sabin Etxea. El uso de mascarilla era obligatorio dentro de la sede jeltzale y tanto en la entrada como en el interior ha habido varios dispensadores de gel hidroalcohólico para desinfectarse las manos. En la sala habilitada para periodistas ha destacado el distanciamiento físico, con solo una silla utilizable por cada tres.