En la carrera por la vacuna se cruza lo político y lo sanitario. Mientras todo el mundo miraba a las vacuna de EEUU, la China y la que desarrolla la Universidad de Oxford, Rusia parece que se lanzará a la primera campaña de vacunación contra el covid-19 el próximo mes de octubre.

La vacuna ha sido desarrollada por el Centro Nacional de Investigaciones Epidemiológicas y Microbiología “Gamalei”. El ministro ruso de Sanidad, Mijail Murashko, informó el fin de semana de que ya se han completado los ensayos clínicos y que la vacuna está en fase de registro. Asimismo, ya ha dado los apuntes sobre cómo será la campaña de vacunación en Rusia: los médicos y los docentes serán los primeros en ser inoculados.

El comienzo de la vacunación parece inminente y el envío de millones de dosis a las distintas regiones del país euroasiático comenzarán a partir del 10 de agosto.

Según el ministro, Rusia podría contar con otras dos vacunas listas ya para la población en cuestión de un mes y medio.

La clave por la que los rusos han adelantado de forma tan contundente a otras vacunas que se desarrollan en Europa o EEUU estaría en que su protocolo de chequeo de los medicamentos pasa por unos controles distintos. Y lo mismo sucede con China. Diplomáticos rusos comparan esta victoria tecnológica con la del Sputnik en la carrera espacial.

Mientras, Anthony Fauci, el epidemiólogo gurú de la Casa Blanca, lanzó el sábado advertencias sobre la posibilidad de que las vacunas más avanzadas de Rusia y China vayan a inocularse a la población civil sin haber sido probadas lo suficientemente.

«No creo que haya vacunas tan adelantadas que tengamos que depender de otros países para obtenerla», añadió Fauci en una comparecencia en la Cámara de Representantes. Durante esa misma intervención, el epidemiólogo se mostró optimista y confió en que habrá una vacuna desarrollada en EUUU «segura y efectiva» para finales de este año.