«El hecho de que hayan encontrado e identificado a Alberto Sololuze es un avance después de estos seis meses largos y agónicos, sobre todo para las familias, ya que podrán avanzar en el proceso del duelo», ha señalado la iniciativa Zaldibar Argitu tras las pruebas de ADN realizadas a los restos hallados el domingo.
«Sin embargo, Joaquín Beltrán todavía sigue desaparecido, por lo que exigimos a las instituciones correspondientes que no cesen en los trabajos de búsqueda. Queremos dejar claro que el trágico suceso de Zaldibar se pudo haber evitado, si no fuese por repetidas prácticas negligentes y por el afán del negocio sin escrúpulos. Las responsabilidades políticas siguen sin ser esclarecidas. Creemos que el modelo de gestión de residuos necesita urgentemente un cambio de dirección para que nunca vuelva a repetirse un episodio similar», añade la nota.
Por su parte, apunta que «queremos señalar que la plataforma Zaldibar Argitu tiene toda la voluntad para seguir trabajando, hasta que encuentren a Joaquín; hasta que conozcamos las consecuencias que ha tenido y puede tener esta catástrofe ecológica en nuestra salud y en el medio ambiente; y hasta que se depuren todas las responsabilidades políticas delante de la opinion pública y la ciudadanía, con las necesarias dimisiones».
No es el único agente que se ha posicionado en este sentido. Zero Zabor Bizkaia apunta que «el accidente no fue fortuito, sino el resultado de un sistema de gestión de residuos deficiente, que prioriza la obtención de los beneficios empresariales frente a la salud y la protección del medioambiente».
Por ello, ha insistido en las exigencias planteadas en su manifiesto de junio, especialmente en la realización de una auditoroa pública del vertedero de Zaldibar y de todos los demás, así como en «la depuración de responsabilidades políticas».
De esta forma, además de solicitar que continúe la búsqueda de los cuerpos de los trabajadores sepultados y que se realice una auditoria pública de todos los vertederos existentes en la CAV, Zero Zabor Bizkaian ha exigido que se prohíba el vertido de aquellos residuos que no hayan sido tratados previamente y que, mientras los vertederos existan, se garantice «la gestión y el control público y transparente de los mismos».
También ha demandado a Verter Reciclyng 2000 la restauración de los recursos naturales dañados, así como que se asegure el equipo necesario para realizar «una inspección y control públicos transparente de todas las infraestructuras de tratamiento de residuos». Y ha solicitado «derogar las normativas que flexibilizan el rigor sobre el control de residuos y en aras de la eficiencia y rentabilidad económicas, permiten el enriquecimiento privado a costa de la salud y del medio ambiente».
Ekologistak Martxan también se ha hecho eco de la noticia, la cual esperan que «traerá algo de paz a sus familiares y amistades», a la vez que confían que «pronto se encuentren los restos de Joaquín para dar por terminada una búsqueda demasiado larga».
Sin embargo, el grupo ecologista no da por zanjado el derrumbe del vertedero, y cinco meses después de presentar la querella permanece aún a la espera de conocer si se ha aceptado su personación como acusación particular en el proceso abierto contra la empresa Verter Recycling 2000, así como contra los posibles responsables que pudieran derivarse de la investigación.
LAB y ESK
Desde la parte sindical, LAB ha expresado antes que nada sus condolencias a la familia, añadiendo que «esto no acaba aquí. Tal y como señalamos desde un principio, también consideramos imprescindible depurar responsabilidades y llegar hasta la últimas consecuencias. Aclarar la responsabilidad de todos los agentes implicados y garantizar la salud de la ciudadanía sigue siendo indispensable».
«Está claro que la empresa Verter Recycling tiene una responsabilidad directa respecto al trabajador fallecido y al desaparecido y en general, ante el desastre ocurrido en el vertedero. No obstante, dichas responsabilidades no se pueden limitar únicamente al ámbito privado, ya que en este caso, el Gobierno Vasco dirigido por Urkullu, con su indiferencia respecto a los accidentes laborales y las y los trabajadores, y el consejero Arriola tienen una responsabilidad política directa con lo ocurrido en Zaldibar. Más aún si tenemos en cuenta la relación personal y directa existente entre varios cargos de la empresa y algunos cargos políticos. Aunque el Gobierno Vasco haya querido limitar este asunto al ámbito privado, es el responsable del control y la inspección de los vertederos».
Ha añadido un dato: «Tras confirmar la muete de Sololuze, ya son 46 las y los trabajadores muertos en Euskal Herria desde inicio de año. Esta misma semana, el 17 de agosto, falleció un trabajador del centro especial de empleo Usoa».
ESK ha señalado en otra nota que «lo ocurrido en Zaldibar nos llena de indignación, la negligente actuación del Gobierno Vasco, con el departamento de Medio Ambiente a la cabeza, de la Diputación Foral de Bizkaia y de la empresa gestora Verter Reciclyng debe de ser duramente castigada»
Este sindicato ha considerado que el actual responsable de la consejería de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda, Iñaki Arriola, «no puede volver a ser consejero del Gobierno Vasco tras lo ocurrido». Por ello, ESK ha dicho que «lo único que esperamos de esta persona es la dimisión inmediata de su cargo como parlamentario».
Arriola, en Zaldibar
Como se ve, el mayor interpelado por estas exigencias de responsabilidades es el consejero de Medio Ambiente de Lakua, Iñaki Arriola, también exalcalde de Eibar. Precisamente hoy, junto a la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, se ha desplazado este miércoles hasta el vertedero de Zaldibar, donde se han planificado las labores de búsqueda de Joaquín Beltrán, el otro trabajador que todavía sigue desaparecido tras el derrumbe y al que se trata también de localizar en la zona B1, donde queda trabajo para unas dos semanas.
Fuentes del Departamento de Medio Ambiente ha señalado a Europa Press que, en ese encuentro, Arriola ha reiterado el compromiso del Gobierno vasco en seguir con la búsqueda del otro trabajador desaparecido.
Las mismas fuentes han precisado que todavía quedaría trabajo para dos semanas en la zona B1, donde se localizaron los restos de Sololuze, y donde se seguirá buscando a Joaquín Beltrán.
En caso de no ser localizado en esa zona, habría que abordar los trabajos en la plataforma de la báscula, en la parte superior, donde hay 300.000 metros cúbicos de residuos, lo que obligaría a un descabezado del talud para evitar riesgos de deslizamiento del terreno
En esta misma línea, la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, ha trasladado, en declaraciones a EiTB, que, desde el principio, se ha manifestado la intención de «no dejar de buscar» a los dos trabajadores.
Según ha precisado, ahora los técnicos se centrarán en terminar el rastreo en la zona B1 y, después, se dirigirían al talud superior para poder llegar a la plataforma de la báscula.
Ayuntamiento de Zaldibar
El Ayuntamiento de Zaldibar ha mostrado sus condolencias a la familia y allegados de Alberto Sololuze, tras confirmarse que los restos aparecidos en el vertedero de Zaldibar corresponden a este trabajador.
«La prioridad ha sido localizar a los dos trabajadores desde el accidente del 6 de febrero. Este objetivo deberá mantenerse hasta que la búsqueda de Joaquín Beltrán tenga su resultado», ha indicado.
En un comunicado, el Consistorio vizcaíno ha señalado que encontrar los cadáveres de los dos operarios «es imprescindible para que las familias puedan despedir a sus familiares y hacer el duelo». Asimismo, ha mostrado su deseo de conocer «cuanto antes» lo ocurrido en el vertedero y «la verdad, dando respuesta a la demanda familiar y social y, con ello, que quien corresponda, asuma la responsabilidad».