Las heridas infligidas por un policía blanco al afroestadounidense Jacob Blake al dispararle siete tiros durante su detención en la localidad de Kenosha (Wisconsin), y los dos muertos en las protestas que siguieron a este suceso han reavivado la ira antirracista en las ciudades de Estados Unidos
Kenosha vive este jueves una precaria clama, con el despliegue de policías federales y soldados de la Guardia Nacional, pero también con la presencia de milicias supremacistas y «grupos de autodefensa» armados que hacen frente a las protestas antirracistas.
Un adolescente de 17 años, Kyle Rittenhouse, formaba parte el martes de uno de estos grupos protegiendo un concesionario de coches, y ha sido detenido como supuesto autor de las dos muertes.
La Policía confraternizaba con los miembros de este grupo y les agradecía su trabajo, según imágenes de vídeos que se han divulgado. Poco después Rittenhouse estaba envuelto en un tumulto en el que supuestamente abrió fuego con un fusil de asalto contra algunos manifestantes.
Tras estos disparos, se le ve caminar hacia varios vehículos policiales pero los agentes no lo detienen a pesar de que lleva el fusil de asalto y procede del lugar del tiroteo.
El perfil del joven en las redes sociales, en las que posa en actitud militar y con rifles automáticos, muestra su apoyo a campañas en defensa de la Policía como «Blues Lives Matter».
Tensión extrema
Varios cientos de personas rindieron homenaje el miércoles por la noche a las víctimas, desafiando el toque de queda, pero haciendo llamamientos a la calma.
«Todo el mundo espera nuestra rabia, que nos volvamos locos, pero vamos a seguir manifestándonos en calma», aseguraba uno de los concentrados.
Pero la tensión extrema puede hacer estallar de nuevo los enfrentamientos, como los que vivió Oakland, en California o Mineápolis, en Minnesota, con barricadas de fuego, cargas policiales y saqueos.
El autor de los disparos contra Blake, Rusten Sheskey, ha sido apartado de la Policía pero no detenido ni inculpado, aunque se ha abierto una investigación judicial.
Respuesta en el deporte
El hartazgo en la comunidad afroamericana ha llevado a una respuesta sin precedentes en el ámbito deportivo, con la suspensión de partidos en la NBA y respuestas similares en las ligas de béisbol, fútbol y fútbol americano.
Los jugadores de la NBA han acordado con los dueños de los clubes reanudar la competición de los playoffs desde este viernes.
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha acusado a la NBA de haberse convertido en «una organización política» y se ha burlado de los «malas audiencias».
Trump hablará de Kenosha su discurso
Trump, que se presenta como «la única barrera frente al caos y la anarquía» como principal baza electoral va a referirse esta noche a las protestas antirracistas en su discurso de aceptación de la nominación a la candidatura a la Presidencia.
Según los responsables de su campaña, hablará sobre el tema «en términos de que la reacción no puede ser una escalada de la violencia, y no podemos tener estadounidenses que continúen dañando a estadounidenses en nuestras calles».
Asimismo, mencionará «la necesidad de que la Policía pueda hacer su trabajo» y expresará su respeto por la labor desempeñada «por la amplia mayoría» de los agentes.
Por su parte, el candidato demócrata, Joe Biden, ha afirmado que «todo lo que hace el Gobierno es echar leña al fuego y ha acusado a Trump de querer distraer su mala gestión de la pandemia.
Su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris, ha pedido no confundir a los manifestantes pacíficos con los que violentos. «Y seamos claros, no permitiremos que las milicias y los extremistas descarrilen el tren de la justicia«, ha añadido, ya que el presidente ha apoyado constantemente el derecho de los estadounidenses a la autodefensa.