Basque Friendship ha emitido este jueves una nota a través de la cual lamenta la muerte del preso vasco Igor González Sola, encontrado sin vida en su celda de la cárcel de Martutene, en Donostia.
El grupo ha recordado que González Sola había cumplido 15 años de una sentencia de 20 años, «lo que lo convertía automáticamente en elegible para la libertad condicional», ya que según el artículo 90.1 de la legislación española, los presos son «elegibles para la libertad condicional una vez que cumplen 3/4 de su condena».
Además, ha remarcado que estaba «gravemente enfermo», por lo que, si la legislación se hubiera «aplicado con normalidad», debería haber sido liberado en 2017.
Asimismo, ha señalado que el preso había intentado quitarse la vida en dos ocasiones mientras estaba en las prisiones de Granada y Badajoz en 2009, y hace unos meses pasó por una «nueva situación complicada».
«Las autoridades penitenciarias estaban debidamente informadas de todas estas situaciones e Igor estaba recibiendo apoyo psicológico desde fuera de la prisión. Sin embargo, todavía estaba encarcelado», han añadido.
De esta manera, han recordado que Igor González Sola es el quinto preso que pierde la vida en prisión desde el cese definitivo de la actividad de ETA y el vigésimo preso vasco que muere en las últimas décadas.
«Se han convocado protestas espontáneas en todo el País Vasco y el domingo 6 de setiembre se convocó una manifestación urgente en Bilbao a la que asistieron varios miles de personas», han explicado.
Y han añadido que «es importante subrayar el contexto actual en el País Vasco», ya que «han pasado más de diez años desde la última acción armada de ETA, y ETA detuvo su actividad armada, desarmada y disuelta».
Soluciones para la «pronta liberación» de los presos
Sin embargo, Basque Friendship ha remarcado que la situación de los 230 presos vascos restantes «es preocupante» y debe resolverse: «Hay que encontrar soluciones para la pronta liberación de los presos vascos, pero mientras tanto, todas las medidas excepcionales que sufren deben ser derogadas».
El grupo ha recordado que, desde su fundación, «siempre ha mostrado la necesidad de que tanto el Estado español como el francés den pasos hacia una nueva política carcelaria, basada en los derechos humanos».
En este sentido, ha mencionado la resolución adoptada por el Parlamento Europeo en 2017 sobre los sistemas y condiciones penitenciarias, cuyo punto 22 recalca: «Pide a los Estados miembros que acaten las recomendaciones específicas sobre las condiciones penitenciarias de los detenidos vulnerables; deplora el hecho de que las personas que padecen enfermedades mentales a veces sean, y permanezcan, encarceladas simplemente por la falta de servicios adecuados en otros lugares, y recuerda que, según el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el trato inadecuado de las personas con enfermedades mentales puede constituir una infracción del artículo 3 del CEDH y del artículo 2 del CEDH (derecho a la vida) en el caso de presos suicidas».
El grupo Basque Friendship también ha querido hacer un llamamiento tanto al Estado español como al francés para que cumplan con las normas sobre detención derivadas de los instrumentos de derecho internacional y estándares del Consejo de Europa.
Asimismo, ha solicitado a la Comisión Europea que «implemente mecanismos claros» para que las medidas contenidas en la resolución adoptada en el Parlamento «sean de obligado cumplimiento para los estados miembros».