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Chillida Leku celebra su 20 aniversario a ritmo de jazz

El museo dedicado a la obra del escultor Eduardo Chillida, situado en Hernani, cumple este miércoles 20 años. Las celebraciones correrá a cuenta de los pianistas Iñaki Salvador y Alexis Delgado, que ofrecerán la versión más jazzera de Bach, y los poemas de San Juan de La Cruz, interpretados por Amancio Prada.

El caserío Zabalaga, centro del museo Chillida Leku. (Juan Carlos RUIZ | FOKU)
El caserío Zabalaga, centro del museo Chillida Leku. (Juan Carlos RUIZ | FOKU)

Chillida Leku afronta su 20 aniversario con optimismo. «Los números nos han parecido muy buenos para las expectativas que había y acabaremos superando estos momentos de incertidumbre», comenta Luis Chillida, hijo del escultor y presidente de la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce, quien destaca, de cara a la pandemia, la ventaja de ser un museo al aire libre.

Recuerda que el primer aniversario de la reapertura de Chillida Leku tras ocho años de cierre no se pudo celebrar en abril debido al confinamiento, lo que sí va a poder hacerse con las dos décadas que cumplirá este miércoles, 16 de setiembre.

La conmemoración será sencilla, muy diferente al gran acto que tuvo lugar el 16 de setiembre de 2000, aunque sí habrá algo en común entre ambas celebraciones, pues volverá a sonar la música de Bach, el compositor preferido de Eduardo Chillida, en esta ocasión en versión jazzera de la mano de los pianistas Iñaki Salvador y Alexis Delgado, que tocarán el día 19 en el exterior del museo.

El acto institucional se ha programado para el miércoles 16, cuando Amancio Prada interpretará el ‘Cántico Espiritual’ sobre los textos San Juan de La Cruz, poeta por el que Chillida sentía gran admiración y a quien dedicó un gran número de obras.

Una reapertura complicada

En la reapertura del 2000, la compañera de Chillida, Pilar Belzunce, y sus hijos Susana y Luis, dijeron en una comparecencia que apostaban por la «autonomía» de la familia para gestionar el museo, por lo que solo accedería a ayudas públicas para «proyectos muy concretos». Chillida Leku funcionó de esa forma en los primeros años, hasta que la situación de déficit llevó a los herederos del escultor –Eduardo Chillida falleció en 2002– a negociar con las instituciones vascas la venta del museo, una operación que se frustró y que les obligó a anunciar un cierre temporal a partir de enero de 2011 que se prolongó ocho años –solo hubo visitas con cita previa–.

El 10 de abril de 2019 se materializó su reapertura. El museo volvía a funcionar con normalidad gracias a los «compañeros de viaje» que los Chillida encontraron en la galería suiza Hauser & Wirth, con la que sellaron un acuerdo por el que la familia, que mantiene la propiedad del museo, iba a seguir desempeñando un papel clave en la nueva etapa.

Si para Luis Chillida el cierre fue el «peor momento» de estas dos décadas, la alianza con Hauser & Wirth supuso «la mejor noticia» para los herederos del escultor. «En este largo recorrido ha habido de todo, pero para nosotros es muy importante el haber conseguido mantener el sueño de nuestros padres, incluso en momentos complicados. En ningún instante pensamos en tirar la toalla y lo que fue una utopía para mi padre, va logrando volver a ponerse en marcha ahora de una manera más enérgica. El balance no puede ser más positivo», afirma Luis Chillida.

Artistas invitados en Zabalaga

Con la incorporación de la galería, que vela por el patrimonio de creadores como Philip Guston, Allan Kaprow, Dieter Roth, Eva Hesse y Louise Bourgeois, la gran novedad fue el anuncio de que por primera vez Chillida Leku se iba a abrir a la obra de otros artistas.

El pasado 13 de marzo la escultura ‘Eye Benches III’ de Bourgeois se convertía en la primera pieza en entrar en el universo Chillida y en inaugurar el programa ‘Obra invitada’, pero esa misma jornada los responsables del museo comunicaron que este permanecería cerrado desde el día 14 ante el avance de la Covid-19.

El museo se reabrió el 20 de junio y, entre esa fecha y el 31 de agosto, recibió 14.000 visitas, una caída del 47% respecto al mismo periodo del año anterior, una cifra que Chillida da por buena en las actuales circunstancias. A este respecto, señala que la participación en las actividades de verano se ha incrementado en un 60%, además con asistencia de público local y joven, un reto que se había marcado para esta nueva etapa, ya que en la anterior etapa las visitas «se polarizaron hacia la gente de fuera».

En 2021 se mantendrá el programa ‘Obra invitada’ y se organizarán nuevas exposiciones en este emplazamiento en cuyo exterior se muestran más de una treintena grandes esculturas de Chillida, y más de un centenar de menor tamaño entre las paredes del viejo y restaurado caserío Zabalaga.