En concreto, el Gobierno de Nafarroa y la Mancomunidad han acordado reforzar desde esta semana el servicio de autobuses en horas punta, principalmente entre las 7.00 y las 8.00 horas y entre las 14.00 y las 15.00 horas.

El objetivo, según explica el Ejecutivo, es garantizar las condiciones de ocupación en aquellas líneas que presentan una mayor demanda, para garantizar la prevención y la protección de la salud pública de los usuarios frente al covid-19.

De este modo, los autobuses de refuerzo en las citadas franjas horarias pasan de 8 a 14, lo que implica el empleo de todos los vehículos articulados disponibles en las líneas de mayor demanda.

Al respecto apunta que gracias a la renovación tecnológica incorporada a finales del año pasado, unos sensores de recuento de personas permiten hacer un seguimiento de la ocupación en cada villavesa.

De esta forma, se sabe cuántas personas suben en cada parada, cuántas bajan y, en consecuencia, cuántas viajan en los distintos tramos de las expediciones, lo que permite la gestión de los autobuses de refuerzo en tiempo real.

La situación del transporte urbano comarcal, tras haberse objetivado la alta ocupación en algunas líneas en horas punta, ha sido analizada por los directores generales de Salud y Transporte del Gobierno navarro, Carlos Artundo y Berta Miranda, así como la secretaria general técnica del departamento de Salud, Pilar García, con el director del área de Transporte de la Mancomunidad de Iruñerria, Jesús Velasco.

Desde ambas instituciones se señala que «diferentes estudios destacan el transporte público como un medio seguro ante la transmisión del virus».

Entre las razones esgrimidas, se encuentran el uso de mascarillas por parte de la persona conductora y todas las personas viajeras y la ventilación continuada de los autobuses (con la apertura de las puertas en cada parada y la climatización que renueva permanentemente el aire).

A ello se suma el limitado tiempo de viaje en el interior de los vehículos (en el caso del Transporte Urbano en Iruñerria el tiempo medio a bordo de los autobuses es de 20 minutos), así como las medidas de control y desinfección que se llevan a cabo en los autobuses.

Se han instalado dispensadores de geles hidroalcohólicos en cada autobús rígido y dos en cada autobús articulado, a la entrada y a la salida del vehículo y además una grabación recuerda por megafonía la necesidad de su uso, junto con el resto de las medidas preventivas.

Además, la empresa concesionaria del servicio, Transports Ciutat Comtal Pamplona, recibió este verano una acreditación de los protocolos de higienización y control de las instalaciones y de la flota de vehículos TUC, una de las primeras otorgadas en el país.

La Mancomunidad de Iruñerria dispone de una flota de 148 autobuses, a los que hay que sumar otros 10 vehículos adicionales disponibles desde este verano.

Desde el pasado 1 de septiembre se ha restablecido prácticamente al 100 % el servicio de transporte urbano en días laborables, a pesar de que la demanda está por debajo del 70 % de la existente el año pasado por estas fechas.