TD SYSTEMS BASKONIA 76 - REAL MADRID 63

¡Qué bien le sienta el público al baloncesto! Los 400 valientes que se han podido reunir en las gradas del Buesa Arena se han hecho notar, aunque el Real Madrid está acostumbrado a eso y mucho más. Pero en este estreno de la Euroliga 2020/21, los de Pablo Laso han terminado de abdicar de competir, al punto de que un inédito Nico Laprovittola se ha jugado el último cuarto al completo, y ha sido devorado literalmente por un Pierria Henry, autor de 23 puntos y 6 asistencias, que ha puesto a los 400 aficionados reunidos en Zurbano en pie.

Eso sí, el primer tramo del arranque del partido ha sido puramente madridista, al punto de que Dusko Ivanovic ha tenido que pedir tiempo muerto con 5-11 en el marcador. Ivanovic ha tratado de neutralizar el descomunal tamaño de Tavares haciendo que Jekiri lanzara desde media distancia, pero el nigeriano ha arrancado sin acierto. Así las cosas, el de Bijelo Polje se ha visto empujado a hacer cambios, como la entrada de Vildoza y el de Polonara e Ilimane Diop. La defensa ha mejorado sensiblemente y el Baskonia ha podido pasar de correr en el balance a hacerlo en transición. Al final del cuarto el Real Madrid aún campeaba 15-16, pero con unas sensaciones de mayor concentración entre los gasteiztarras.

A partir del segundo cuarto, el duelo se ha teñido de azulgrana, volviéndose deliberadamente feo y pastoso durante muchos minutos. El Real Madrid no ha podido darle continuidad al juego de Campazzo, en buena medida porque a Carlos Alocén ha notado para mal su debut en la Euroliga. Sin Tavares ni Campazzo, y muy desaparecidos los Deck, Rudy Fernández, Randolph, el cuadro madridista se ha visto enfurruñado y desenchufado, y aunque el resutlado al descanso haya sido 33-29, la diferencia en el juego ha sido mucho mayor. En lo que respecta al Baskonia, Pierria Henry aún no ha entrado en ebullición durante esos minutos, pero ya Alec Peters ha castigado a placer con sus muchos recursos.

Alegría en la grada

Nuevamente ha sido Facundo Campazzo, sobre todo cuando ha podido contactar con jaycee Carroll y Tavares, quien más dolores de cabeza ha provocado a los gasteiztarras. Pero un tiempo muerto a tiempo de Dusko Ivanovic y el feroz cara a cara de Pierria Henry sobre el base argentino, ha sido la llave para abrir la defensa madridista.

Henry, fruto de su verticalidad, ha cargado de personales a Campazzo, pero sobre todo lo ha sacado mentalmente del partido, y como si fueran vasos comunicantes, Pierria Henry ha empezado a dominar todos los aspectos del juego. el final del tercer asalto, con un apretado 52-49 en el luminoso, no ha hecho justicia a lo que ha pasado por el parqué, puesto que el dominio ya para entonces del Baskonia se ha vuelto indiscutible.

No es una cuestión numérica, sino de sensaciones. Cada vez que los de Pablo Laso han metido el balón en la pintura, los de Dusko Ivanovic la han colapsado. Cada vez que han intentado jugar fluido, la estructura de jugadores grandes, con Polonara alternando el puesto de alero, ha achicado los huecos existentes, al punto de que se ha visto a un Real Madrid asfixiado, sin aire para respirar ni espacio para correr, como pedía en la previa el propio Dusko Ivanovic.

Y en estas, Pablo Laso ha tirado a la desesperada sacando a un Laprovittola que no había disputado ni uno de los 30 minutos anteriores, y Pierria Henry se lo ha comido. Incapaz de sostener el ritmo físico del jugador de Virginia, el juego madridista ha naufragado en esos minutos finales, mientras que un par de triples de Peters y el propio Pierria henry han roto definitivamente el partido. A partir del 66-56, todo el mundo ha sido consciente de que el partido no se le iba a escapar al Baskonia.

Así las cosas, y con público en las gradas, no se puede uno imaginar mejor manera de arrancar la Euroliga 2020/21: pasando por encima del Real Madrid.

KHIMKI 76 - PANATHINAIKOS 78

Un Khimki sin Shved siempre deja en el aire la pregunta de si es mejor o peor que con él. Desde luego que, en los momentos de la verdad, lo han echado de menos. Evidentemente, si la ausencia de Shved implica un juego más colectivo, lo mismo sale a cuenta, aunque un quinteto titular con el ex de Bilbao Basket Dairis Bertans ejerciendo como base –por la ausencia de Stefan Jovic– es, como mínimo, sospechoso.

Así, el «trauma» de ver un Panathinaikos sin Calathes se ha podido superar sin tantos problemas, sobre todo porque Marcus Foster se ha dedicado el solo de desarbolar a un Khimki que ha tardado lo que un cambio de quinteto al completo en espabilar, al verse con un desfavorable 11-24. Zaytsev, el último base de la terna rusa, Vialtsev «trampeando» a la hora de subir el balón y la verticalidad de Devin Booker  han servido para que los de Kurtinaitis hayan empezado a carburar mínimamente, encadenando un parcial de 9-0.

Más aún, con el retorno de Timma y Dairis Bertans, la conexión letona ha conseguido voltear el marcador, con dos jugadas seguidas del «cohete letón» que han acabado en «dos más uno», mientras que el técnico del PAO, Georgios Vovoras, se ha olvidado de Foster. Con todo, un entonado Papapetrou ha dejado el marcador con 39-41 al descanso para la escuadra helena.

Khimki ha perdido tras el descanso a Janis Timma, borrado del partido a causa de las personales, pero ha conseguido al fin afianzarse por delante. Zaytsev, en teoría elntercer base de la escuadra rusa, ha sumado en positivo, castigando sobre todo a un Nemanja Nedovic cada vez más decadente. No obstante, la insistencia bajo los aros del ex de Bilbao Basket Ben Bentil y Papapetrou han aguantado a los helenos en el partido.

Y luego Kurtinaitis ha decidido darle el mando a Dairis Bertans, y el «cohete letón» ha perdido pie en la dirección, sobre todo desde el momento en que Foster ha regresado a las filas helenas.

El partido se ha metido a un final de infarto, con empate a 73 y dos jugadas clave, como ha sido un «dos más uno» que Papapetrou ha rescatado y los tiros libres que ha sumado Foster. Bertans ha dado vida a los locales con un triple imposible, pero el Khimki, pese a que el propio Bertans ha tenido un tiro lejano para forzar la prórroga, ha echado de menos a sus estrellas en unos minutos finales excesivamente atolondrados y sin ideas claras.

FENERBAHÇE 77 - ESTRELLA ROJA 63

Fenerbahçe sigue vivo, con Igor Kokoskov al mando, conocidos nombres como Nando De Colo y nuevos jugadores como Lorenzo Brown. Es decir, que el mundo no se ha acabado a orillas del Bósforo pese a la marcha de Zeljko Obarovic. el Estrella Roja de Belgrado, con otro iluste como Sasa Obradovic en los banquillos, han planteado un partido de lo más entretenido, con nuevos nombres, pero que en su estreno en esta Euroliga 2020/21 ha sido inferior.

Los de Kokoskov han empezado fríos, pero han encontrado en el triple su forma de agarrarse al partido, sobre todo por parte de Ulanovas, siendo Nando De Colo la vía de alimentación para el escolta lituano. Mientras, en el bando serbio ha apostado por su dúo norteamericano compuesto por Jordan Loyd y Langston Hall.

No obstante, el exjugador de los «gitanos» de Belgrado, Lorenzo Brown ha entrado en calor a partir del segundo asalto, lo cual ha servido para abrir muchos más huecos en la defensa balcánica, que se ha visto superada por un Fenerbahçe cada vez más cómodo y que ha alcanzado el descanso con un marcador de 42-30.

En adelante, los pupilos de Kokoskov han terminado de controlar el partido con Brown –17 puntos– y De Colo –12 tantos y 7 asistencias– tomando el mando, mientras que Jordan Loyd, con 15 puntos pero 1 de 9 en triples, ha sido el único asidero anotador de los de Sasa Obradovic, demasiado poco para ganar a este nuevo Fenerbahçe.

BAYERN MÚNICH 79 - ARMANI MILANO 81

Bienvenidos a la primera prórroga de la Euroliga 2020/21. Si el Bayern de Múnich es uno de los equipos «condenados» a penar por la parte baja de la tabla, lo cierto es que Armani Milano las ha visto moradas en su visita a la capital de Bavaria. Un triple a falta de nueve segundos de Shav0on Shields ha rescatado a los pupilos de Ettore Messina.

Se ha notado mucho la profunda remodelación lombarda, al punto de que el Bayern ha llevado la iniciativa durante buena parte del encuentro, y cuando no lo ha tenido, ha vivido más de sus individualidades, sobre todo de la mano de Malcom Delaney y Kyle Hines; es decir, sus nuevos fichajes, los que han tirado del carro, mostrando su increíble talento, pero al mismo tiempo, Ettore Messina tiene mucho trabajo por delante, luego de una inversión de muchos millones.

Y, sin embargo, un Bayern de Múnich que conoce sus limitaciones ha llevado a la escuadra lombarda al límite, de la mano de Nihad Djedovic y Vladimir Lucic, mostrando un conocimiento grupal y un gran trabajo de pretemporada del coach Trinchieri. Dos tiros libres de Nick Weiler-Babb ha puesto a los bávaros por delante 79-78, a falta de 29 segundos para el final de la prórroga, después de ir por delante durante todo momento. El Bayern ha decidido defender y se ha encontrado con un sistema del Armani Milano que no ha salido, pero que Shavon Shields ha resuelto. Para postre, el tiro para el empate de Lucic no ha entrado, y los pupilos de Messina se han llevado una victoria sin haberla merecido.