La Junta que preside Aitor Elizegi afronta la primera crisis importante desde su llegada a Ibaigane el 28 de diciembre de 2018. Los resultados deportivos le sonrieron nada más acceder al cargo y la inercia económica heredada de la anterior directiva le permitió sobrevivir sin tener que tomar decisiones de calado. Las únicas medidas adoptadas durante este tiempo han sido la contratación de personal de su confianza en distintas estructuras del club.

El primer año de mandato se caracterizó por acudir a actos y realizar entrevistas, pero desde la pandemia del coronavirus apenas ha realizado apariciones. En junio ofreció una comparecencia en la que no clarificó la situación e incidió en la importancia de entrar en Europa. Sin embargo, en el mes de julio -el día después de perder las opciones de luchar por entrar en la comperición continental- no realizó ninguna reflexión al respecto y desde entonces no se sabe nada del balance de la anterior temporada ni de las previsiones económicas a medio plazo. Silencio absoluto al igual que con la polémica por las fotografías vacacionales de los jugadores o la marcha de María Tato a la Federación española.

En cuanto a la valoración del entrenador, antes de renovar y acabar la temporada, Elizegi y Rafa Alkorta ya habían adelantado que confiaban en Garitano. El director deportivo reconoció en julio que la temporada había sido irregular, pero ratificó la apuesta por el técnico en base a la clasificación para la final de Copa. A su vez, decía que no cerraba la puerta a fichajes, aunque aseguraba que la fortaleza del club estaba en Lezama.

Por su parte, Garitano ya había hecho referencia en distintas ocasiones a «la falta de potencial ofensivo» del equipo para pelear por Europa sin que nadie desde la dirección del club atendiera sus peticiones.

Más improvisación que planificación

Esa apuesta por los jugadores de cantera o «producto local de kilómetro 0», como lo ha calificado Elizegi en algunas ocasiones, ha chocado con rumores sobre Llorente y Javi Martínez, directamente alimentados desde el club o, por lo menos, no descartados de manera pública. Incluso, se especulaba con Herrera hasta que el propio jugador lo ha desechado.

En este sentido, el caso de Asier Villalibre es paradigmático. El delantero de Gernika tenía pie y medio fuera del Athletic el pasado verano y hasta la lesión de Aduriz no dispuso de oportunidades. Poco a poco va entrando, pero es impensable que un jugador de 23 años y sin experiencia en la máxima categoría tape el hueco dejado por el donostiarra. Un síntoma de que el relevo no estaba planificado.

Sin conseguir resolver la falta de un ariete contrastado como ha señalado el técnico, tampoco se ha apostado por suplir esa carencia con otro sistema de juego que realce las virtudes de jugadores como Williams. Se ha preferido optar por resolver el problema recolocando a Raúl García, que se reinventó como goleador del equipo.

Los mensajes y las decisiones del técnico han sido contradictorias en muchas ocasiones a pesar de que seis canteranos -Sancet, Larra, Ezkieta, Vencedor, Morcillo y Vicente- han debutado con Garitano en el primer equipo y otros jóvenes como Unai Simón y Unai López se han ido afianzando en el once.

En la previa al estreno de Liga, el entrenador insistía en reclamar refuerzos y citaba la posición de extremo justo un día antes de dar la oportunidad a Jon Morcillo. Casi un mes después ha aterrizado en el club rojiblanco Álex Berenguer por un coste de entre 10 y 12 millones de euros, muy por encima del valor del mercado. A nadie se le escapa que la debacle ante el Cádiz ha precipitado su fichaje.

Por comparar, y desde la enorme distancia que separa a ambos clubes, el periodista Aitor Lagunas comentaba anoche en twitter que el Bayern descartó la contratación la temporada pasada de Sané por 110 millones y Marc Roca por 30. Y este año los ha fichado por 45 y 15 millones, respectivamente. 

Asimismo, hay que recordar que Josu Urrutia reclutó a Aduriz por 3 millones de euros desde Valencia. Sin hacer ruido y antes de que Fernando Llorente rechazara la propuesta de renovación. Y según se conoció tras la retirada del jugador, el acuerdo fue apalabrado un año antes.

Se trata de trazar un plan y no improvisar. Son solo ejemplos, y muchas veces no se cumplen los objetivos, como le ocurrió a la anterior Junta con Mikel Merino o Berenguer cuando estaban en Osasuna.

El crédito del entrenador

Como recordaba tras caer en Mendizorrotza, Garitano tomó las riendas del equipo cuando se encontraba en puestos de descenso y logró acabar el campeonato peleando por entrar en Europa, aunque con todo a favor el equipo falló en la última jornada en Sevilla.

Arrancó la temporada siguiente con resultados que le colocaron en la parte de arriba de la tabla y superó dos rachas negativas. El primer avisó llegó en otoño cuando el equipo encadenó cinco partidos sin ganar. Tras superar ese bache, en invierno estuvo diez partidos. Se justificó con el desgaste por las eliminatorias de Copa, pero se pasó por alto la incidencia de la falta de rotaciones. Antes del parón se remontó el vuelo con varias victorias y se consiguió mantener la esperanza europea hasta el tramo final. Sin embargo, la debacle en las últimas jornadas fue evidente perdiendo cuatro de los últimos cinco partidos.

Si se prolonga hasta el presente curso, el Athletic lleva siete derrotas en los últimos diez encuentros. Son 7 goles a favor por 15 en contra. Cuando los resultados no acompañan, el crédito del entrenador se agota. Pero lo verdaderamente preocupante es comprobar que el entrenador no encuentra soluciones a las carencias ofensivas del equipo. Los planteamientos son previsibles y las modificaciones que hace durante el partido tan solo funcionaron en Ipurua. La impresión generalizada es que los rivales se llevan el triunfo sin tener que realizar grandes exhibiciones. El Athletic acabó el derbi de Mendizorrotza sin realizar un disparo entre los tres palos y contra el Cádiz ocurrió algo similar.

La factura del final de temporada

Garitano ha conformado un equipo con un bloque de jugadores habituales, que siempre han sido titulares cuando han estado disponibles. Esa forma de gestionar el grupo ha generado que jugadores que se han quedado en un segundo plano hayan mostrado la intención de salir como ha sucedido con Iago Herrerín, Unai Núñez o Ibai.

Al mismo tiempo, el entrenador ha defendido que los jugadores se encuentran en buenas condiciones físicas. Sin embargo, la falta de descanso en el final de la campaña anterior parece que va pasando factura. Yeray y Yuri, que acabaron con problemas físicos, han sufrido sendas lesiones al igual que Iñigo Martínez en la pretemporada. Y a otros como Williams y Muniain les falta frescura en los últimos metros y no han jugado ninguno de los cuatro partidos de esta temporada completos. El delantero acumula 15 partidos sin marcar. Tampoco está logrando ofrecer su mejor versión Dani García y Núñez ha cometido errores defensivos graves en los tres encuentros que ha sido titular.

Son algunos nombres propios, pero por encima de los casos particulares, el equipo al completo transmite inseguridad y falta de confianza, que se mezclan con la ansiedad e impotencia cuando el marcador se pone en contra.

El Athletic ocupa la penúltima posición en la clasificación tras las cinco primeras jornadas, aunque ha jugado un partido menos. El técnico de Derio aseguraba después de perder contra el Alavés que está «convencido» de que el equipo puede «cambiar la dinámica». Dispone de dos semanas para preparar el siguiente partido de Liga ante el Levante en San Mamés. Este jueves disputará un amistoso ante el Valladolid.

Ruedas de prensa de Alkorta y Elizegi

El Athletic acaba de informar de que el director deportivo Rafa Alkorta asistirá a la presentación de Álex Berenguer este martes en San Mamés. La convocatoria es a las 16.30 de la tarde. Asimismo, el presidente comparecerá este jueves al mediodía en el estadio bilbaino.