Amaia U. Lasagabaster

Fran Garagarza da por bueno el resultado de un mercado limitado por los ajustes económicos

El Director Deportivo del Eibar ha explicado que, ante la reducción de ingresos, el club ha priorizado las cesiones de futbolistas de calidad a cuyo fichaje no podría optar.

Aunque cinco de los seis refuerzos han sido en préstamo, Garagarza ha asegurado que se ha alcanzado el límite económico. (Monika DEL VALLE/FOKU)
Aunque cinco de los seis refuerzos han sido en préstamo, Garagarza ha asegurado que se ha alcanzado el límite económico. (Monika DEL VALLE/FOKU)

Ha sido un mercado «de paciencia», «largo», marcado por «las limitaciones económicas» ha supuesto «un máster para mí», reconoce Fran Garagarza. Pero el resultado le deja «satisfecho. ¿Podría ser mejor? Por supuesto pero eso podemos decirlo todos los años. Estamos satisfechos porque hemos encajado los números que teníamos, logrando los objetivos que queríamos».

Ese es el mejor resumen de un mercado que ha estado marcado, claro, por la pandemia. Y más concretamente por sus repercusiones económicas, que se han traducido en una reducción de los ingresos. De ahí que haya habido «pocas ventas y muchas cesiones», no sólo en el caso del Eibar. Y eso que, como ha querido recalcar Garagarza, «el Consejo de Administración ha hecho un esfuerzo para que pudiésemos traer lo que queríamos». Aún así, sólo uno de los seis refuerzos (Damian Kadzior) llega en propiedad pero es que, como explica el técnico mutrikuarra, hasta las cesiones están por las nubes. «No son gratis, tienen un coste. Y un coste alto. En el control económico computan tanto los salarios como los costes de cesión». Tanto, que el club armero ha alcanzado el límite salarial. «Nos hemos fundido toda la pasta», admite Garagarza que, vista la tesitura, ha tenido que trabajar con un planteamiento diferente: priorizar las cesiones. «Hemos perdido patriminio –admite-pero hemos ganado nivel. Los cedidos nos van a dar rendimiento y no tendríamos la opción de comprar a ninguno de ellos porque serían muy caros para nosotros. Sólo Kadzior, un jugador que hemos estudiado mucho, ha venido en propiedad. ¿Por qué? Porque en su caso nos compensaba por precio, edad y posición».

Junto al encaje de bolillos económico, la paciencia ha sido otro de los factores claves en un mercado que ha acabado más tarde que nunca y que se ha movido muy despacio. Garagarza explica que «los movimientos los hicimos muy pronto pero luego ha habido que esperar. A veces llega un momento en el que empiezas a pensar ¿hasta cuándo?, ¿recurrimos al Plan B?, ¿merece la pena?… Ese es el trabajo que hacemos de puertas adentro aunque si algo tenemos es que soy muy pesado. A veces sale y otras no pero insistencia siempre hay mucha». También este año y, en opinión del responsable deportivo azulgrana, ha merecido la pena. Ha explicado que las cesiones de Pozo y Bryan Gil se pidieron hace prácticamente un par de meses «pero Monchi también tiene que estudiar sus movimientos», con lo que tocó esperar. Lo mismo sucedió con la Real. Ante la lesión de Cote, el Eibar se fijó en Kevin Rodrigues como principal objetivo pero la primera respuesta también fue negativa. En este sentido, Garagarza ha querido agradecer al club donostiarra su predisposición, teniendo en cuenta que había equipos interesados en hacerse no ya con la cesión, sino con el contrato del lateral. La paciencia también tuvo resultados con Yoshi Muto. «El Newcastle nos dijo que imposible, nos dio unas cifras a las que no podíamos llegar. Pero una semana más tarde vino con nuestras cifras», ha explicado. «Ha habido que esperar, en algún caso prácticamente hasta el último día, pero eso nos ha permitido traer los objetivos que nos habíamos fijado», se ha congratulado.

Si en el ámbito de las incorporaciones Garagarza está satisfecho, el de las salidas no ha ido tan bien como quisiera y José Luis Mendilibar se ha quedado con varios jugadores que no cuentan en absoluto con su confianza. Parece el caso de Quique González, Martínez y, sobre todo, Olabe. Garagarza no ha querido entrar en nombres propios pero sí ha explicado que «como club, hemos abierto la puerta a algunos jugadores si querían salir. Pero han preferido quedarse y hay que respetarlo. Igual que Álvaro Tejero ha visto bien la opción de salir, otros han preferido quedarse».

El resultado es una plantilla de 25 futbolistas, la más amplia desde que el equipo está en Primera, y que a Garagarza le parece «diferente a la del año pasado pero competitiva. Tenemos todos los puestos con dos jugadores, algunos incluso con tres, hay varios jugadores polivalentes que nos dan más opciones y riqueza táctica, y creo que tenemos más velocidad y que eso nos hará tener más opciones fuera de casa».