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Arabia Saudí no consigue el puesto al que aspiraba en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU

Arabia Saudí no ha logrado este martes los apoyos necesarios para ser elegida en la renovación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, y en el que sí han entrado Bolivia, China o Pakistán entre los nuevos miembros.

Sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. (Fabrice COFRINI/AFP)
Sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. (Fabrice COFRINI/AFP)

Arabia Saudí no ha conseguido un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que ha renovado hoy 15 de sus puestos en una votación celebrada por la Asamblea General de la ONU.

Arabia Saudí, que no logró los 97 apoyos necesarios para ser elegida, se presentaba como candidata por el grupo de Asia y el Pacífico, por el que cinco países optaban a cuatro plazas: China, Arabia Saudí, Nepal, Pakistán y Uzbekistán.

Varias ONG como Human Rights Watch (HRW) habían pedido a los países de la ONU que se pronunciaran tanto contra Arabia Saudí como contra China, que sí salió elegida, por considerarlos dos de los gobiernos más abusivos del mundo.

Finalmente, Bolivia, China, Costa de Marfil, Cuba, Estado francés, Gabón, Malawi, México, Nepal, Pakistán, Rusia, Senegal, Ucrania, Uzbekistán y Gran Bretaña son los quince países que entrarán en el órgano en el que permanecerán tres años a partir del próximo 1 de enero. 

Entre todos estos países, HRW también rechazaba las candidaturas de Rusia y Cuba, que también lograron su ingreso en este organismo con sede en Ginebra.

Todos los candidatos llegaron a la votación sin oposición, con la excepción del grupo de Asia y el Pacífico, después de que los distintos grupos regionales hubieran pactado de antemano el reparto, una práctica muy habitual en este tipo de elecciones.

Sobre el caso saudí, la ONG había recordado que, pese a los anuncios de reformas realizados por sus autoridades, el país sigue actuando contra defensores de los derechos humanos y disidentes y mostrando escasa rendición de cuentas por crímenes pasados, incluida la muerte en 2018 del periodista Jamal Khashoggi.