Josep Cerny (CCC), campeón checo contrarreloj, ha logrado en el Giro su victoria más importante a los 27 años tras sorprender a sus compañeros de escapada y aprovechar que los equipos de los sprinters no se han puesto de acuerdo para aprovechar su última oportunidad.
Arnaud Démare y el Groupama, que querían que la etapa se disputara sobre los 251 kilómetros previstos en un principio, no han querido buscar la victoria. Ha preferido asegurarse la maglia ciclamino y ha dejado todo el trabajo de perseguir la escapada al Bora de su rival en esa clasificación, Peter Sagan, que ha mandado parar a sus compañeros cuando quedaban 55 kilómetros para la meta y los catorce escapados llevaban 1:30 de ventaja.
A partir de ahí la fuga formada por Carboni, Mosca, Haas, Clarke, Morton, Campenaerts, Armée, Keisse, Pellaud, Cerny, Mathis, Dowsett, Torres y Van Empel ha abierto hueco con rapidez.
Cerny ha dejado a sus compañeros de escapada y ha demostrado sus condiciones de contrarrelojista al rodar los últimos veinte kilómetros en solitario sin que pudiera atraparle el quinteto formado por detrás por Keisse, Mosca, Clarke, Campenaerts y Armée, que no han podido con el corredor del CCC, que desaparece a final de temporada, a pesar de que se han entendido bien.
El checo ha tenido tiempo para celebrar su victoria al llegar con 18 segundos de ventaja sobre Campenaerts y 26 a un cuarteto encabezado por Mosca. El pelotón con todos los favoritos ha llegado con todos los favoritos a 11:42.
Recorte polémico
La etapa ha estado marcada por el plante de la mayoría de los corredores a disputar los 251 kilómetros de recorrido ante la previsión de lluvia tras el desgaste del día anterior por la dureza de la etapa y por el traslado a los hoteles. Ha habido equipos, como el Ineos, que querían disputarla en su integridad para castigar a los corredores del Sunweb de cara a la etapa del día siguiente, pero el deseo de la mayoría se ha impuesto.
Eso ha obligado a los organizadores a iniciar la etapa en Abbiategrasso, a 124 kilómetros de la meta en Asti con un enfado muy grande del director del Giro Mauro Vegni. Tras ceder a la presión de los corredores ha transmitido que «hemos hecho mucho para asegurarnos que la carrera continúe. Terminaremos el Giro y llegaremos a Milán, pero cuando todo esté hecho, alguien pagará por esto», ha dicho antes del inicio de la etapa.
La organización del Giro también se vio obligada a cambiar el recorrido de la etapa prevista para el sábado al no poder pasar por carreteras francesas. El nuevo trazado presentará tres subidas a Sestriere, a las que Wilco Kelderman llegará con doce segundos a Jai Hindley, 15 a Tao Geoghegan y 1:15 a Pello Bilbao.
El italiano Matteo Spreafico (Vini Zabú) ha sido expulsado del Giro tras dar positivo en un control antidopaje, ha informado la UCI en un comunicado.