El portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, ha acusado a la lehendakari María Chivite de haberse plegado a EH Bildu para acceder a la Presidencia navarra y le ha ofrecido su abstención para poderse desligar del apoyo de la formación abertzale y «que sea usted misma».
Esparza ha comenzado su discurso en el pleno sobre el estado de Nafarroa, ha achacado a Chivite haber «tirado sus principios por la ventana y aceptar pulpo» para ser presidenta. En este sentido, ha señalado que «dio a EH Bildu y a Geroa Bai todos los sillones que le pidieron» en instituciones como ayuntamientos o mancomunidades. Junto a ello, ha criticado que para contentar a todos los socios se hayan nombrado 101 nuevos cargos en el Gobierno navarro.
En cualquier caso, esta posición no ha servido para dar estabilidad al Gobierno de Chivite que, según Esparza, está apoyado por «once socialistas, 16 nacionalistas abertzales y tres populistas».
A juicio de Esparza, el objetivo del PSN en esta legislatura es «blanquear a EH Bildu» y para ello lo ha considerado interlocutor. En esta línea, ha ubicado el plan de convivencia que todos los partidos del arco parlamentario excepto Navarra Suma están desarrollando. Para Esparza, solo sirve para «blanquear a EH Bildu» y lo está llevando a cabo una consejera, Ana Ollo, a la que ha acusado de participar en un acto «de homenaje a terroristas» en la pasada legislatura.
El malestar de Esparza también se extiende a la situación en el Congreso español, y se ha quejado de que EH Bildu y el PNV «negocian con Sánchez cuestiones que le correspondían» a Chivite.
«Usted preside, pero no lidera esta comunidad», ha acusado a Chivite el portavoz de Navarra Suma.
PSN, plegado a sus socios
Esparza ha dibujado un escenario de Nafarroa en el que el PSN se ha plegado a los intereses de sus socios en cuestiones como la reforma fiscal, el TAV, el PAI, la política lingüística, el plan de convivencia o la presencia de los reyes en los premios Príncipe de Viana, en las que el partido de Chivite ha cambiado de posición respecto a la pasada legislatura, en la que estaba en la oposición.
Las políticas que se desarrollan en Nafarroa están, según Esparza, controladas por los grupos abertzales, lo que ha llevado a que la pandemia sea «la guinda de la mala gestión», caracterizada, según Navarra Suma, por «los bandazos, el oscurantismo, el seguidismo de Madrid» hasta el punto de que ha situado a Nafarroa «en la peor posición de todas las comunidades».
Tras realizar este análisis casi apocalíptico, Esparza ha lanzado el órdago –«que algunos dirán que es un caramelo envenenado»– de que abandone los acuerdos con EH Bildu y se lance a los brazos de Navarra Suma.
«No pretendemos tumbar su Gobierno», ha destacado Esparza. Según su análisis, si el PSN pacta con Navarra Suma volviendo a los tiempos del quesito, «EH Bildu se enfadará y comenzará a hacer oposición, pero Geroa Bai se quedará donde está».
Para ello, Esparza ha ofrecido acuerdos de comunidad al PSN en cuestiones como la gestión de la pandemia –tras criticar con dureza la realizada hasta ahora–, una política fiscal «que permita que vengan empresas» y el retorno de la concertación social.
También ha subrayado que su oferta se basa en «valores democráticos» y en el recuerdo a las víctimas frente a «quienes no han condenado la violencia».