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Los agentes afirman que la víctima del incendio de El Infierno no tuvo posibilidad de escapar

Los agentes que realizaron la inspección ocular del edificio incendiado en marzo de 2019 en Donostia, situado en una zona conocida como El Infierno, han advertido de que la víctima mortal no tuvo posibilidad de escapar de las llamas.

Zona conocida como El Infierno, donde el año pasado se registró un incendio. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Zona conocida como El Infierno, donde el año pasado se registró un incendio. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Este miércoles ha continuado el juicio abierto por la muerte de una persona en un edificio abandonado de Donostia, situado en una zona conocida como El Infierno. En el suceso, ocurrido el 1 de marzo de 2019, falleció una persona y dos resultaron heridas. 

Los agentes de la Ertzaintza que realizaron la inspección ocular han señalado que la víctima, que dormía en la buhardilla, no tuvo «posibilidad» de escapar, ya que «la propagación fue muy rápida. Las llamas eran muy altas y enseguida el fuego devoró la casi totalidad del pabellón».

Estos agentes han declarado en la quinta jornada del juicio con jurado que se sigue en la Sección Primera de la Audiencia contra el presunto autor del incendio, quien habría dado fuego al edificio con ánimo de venganza, en la creencia de que allí dormía el nuevo novio de su excompañera sentimental

El hombre contra el que supuestamente iba dirigido el ataque no se encontraba en "La fábrica", como se conoce al edificio. Pernoctaban tres hombres, uno falleció, otro sufrió graves quemaduras y un tercero resultó con importantes lesiones al descolgarse por el balcón para evitar las llamas.

Los ertzainas han declarado que el origen del fuego tuvo lugar en las proximidades de la puerta de acceso peatonal, situada en la fachada sur, donde apreciaron unas marcas características, de color acaramelado, indicadoras del posible uso de algún elemento acelerante en el incendio, como la gasolina.

Según las acusaciones, aquella madrugada el procesado habría derramado unos cinco litros de este combustible, que portaba en una garrafa y que presuntamente había mandado comprar a un conocido en una gasolinera la tarde anterior.

Las escaleras actuaron como una chimenea porque, como han descrito los agentes, «en cuanto la cubierta cedió, se produjo un efecto de tiro por el aporte de oxígeno por la parte de arriba». El incendió se extendió rápidamente y se propagó al resto de la nave.

El desarrollo del fuego, que avanzaba desde la puerta hacia el lugar en el que dormía la víctima, en la buhardilla, hace pensar a estos ertzainas que el fallecido no habría tenido «posibilidad de salir por ahí» porque las llamas le impedían bajar a la planta baja.

«O bien salta uno por la ventana», como hizo otra de las personas que aquella noche dormía en "La fábrica", o hacerlo por «las vías naturales de evacuación hubiera resultado difícil». «De hecho, el cadáver fue encontrado en las escaleras», ha sentenciado uno de estos policías.

Amenazas

En la sesión de este miércoles han declarado otros agentes que participaron en la investigación del crimen, uno de los cuales se encargó de extraer distintos mensajes de los móviles del acusado y de su exnovia.

En uno de ellos, el procesado habría advertido a esta mujer y a su nuevo compañero de que, por «tocarle los cojones», en 48 horas iban a reunirse los dos con una tercera persona ya fallecida que todos ellos conocían.

El juicio se reanudará este jueves con la declaración de los forenses que practicaron la autopsia al fallecido y varios peritos.