La tasa de incidencia acumulada en 14 días por 100.000 habitantes ha bajado este lunes en la CAV a 824. El número reproductivo se ha situado por debajo de 1 en los tres herrialdes. Y la positividad sobre el volumen de pruebas realizadas está ahora en 7,6%. Son indicadores mejores que los de días anteriores, pero el coordinador de Osakidetza-Departamento de Salud, Ignacio Garitano, no ha querido ser «temerario» en ninguna previsión futura.

«Las curvas de contagios todavía son muy altas. Estos datos son preocupantes, están por encima de cualquier objetivo establecido en Europa, aunque también es cierto que la tendencia es positiva y hay una fase de estabilización, la curva está empezando a decrecer», ha señalado en su comparecencia de este lunes tarde.

Ha puesto el acento sobre todo en la dura situación hospitalaria, donde se ha pasado ya con creces la barrera del 50% en el reparto entre enfermos de coronavirus y resto en las Unidades de Cuidados Intensivos. En concreto, a día de hoy el 58% de los ingresados en UCI son enfermos de covid-19: un total de 145, lo que mantiene a la CAV en el tercer escenario de los cinco previstos.

Los periodistas se han afanado en intentar que Garitano aclarara cuántos días se necesitarán para considerar esta estabilización garantizada, pero el coordinador ha eludido precisiones y ha incidido en la necesidad de mantener las medidas de precaución. Al contrario de lo que ha hecho este lunes el Gobierno navarro, no hay previsión de levantamiento de restricciones por parte del LABI de Lakua.

Entre otras aspectos, Ignacio Garitano ha destacado los cribados realizados ya en quince localidades, las últimas Eibar, Basauri, Villabona y Zizurkil.

Encontrar la raíz de los contagios, imposible

El tema más controvertido de la rueda de prensa de este lunes ha llegado cuando al coordinador de la CAV se le ha apuntado la casi nula certificación de dónde y cómo son los contagios en estos tres herrialdes. El Instituto Carlos III estatal ha cifrado el desconocimiento en torno al 95%, según la pregunta. Recientemente EH Bildu llevó la cuestión al Parlamento, instando a Osakidetza a hacer el mismo análisis que se hace en otras comunidades, sin ir más lejos Nafarroa, como refleja este reportaje de Aritz Intxusta.

«Es un tema muy interesante porque además soy el responsable de la red de Vigilancia –ha respondido Garitano–. A diferencia de una enfermedad de transmisión sexual, aquí la gente se puede contagiar solo por respirar, es un virus respiratorio. Se ha podido contagiar, por tanto, en cualquier minuto del día. Es algo inherente a la enfermedad, no es un problema de Euskadi».

«Nosotros detectamos un brote, pero es difícil encontrar dónde se ha contagiado un caso suelto. Cuando llega la transmisión comunitaria, es imposible. Con la gripe no se mira nunca dónde se ha contagiado una persona. A mí me ha extrañado que la gente pregunte por este tema», ha dicho.

Se le ha recordado entonces que otras comunidades sí dicen contar con ese dato, al menos en mucho mayor porcentaje que la CAV. «Es imposible, ni aquí ni en ningún sitio del mundo –ha insistido el coordinador–. Esa estadística vendrá simplemente de que no rellenamos la casilla de dónde se ha contagiado esa persona».

Al hilo de ello, una periodista le ha preguntado entonces por qué se decidió cerrar la hostelería considerándolo un sector de mayor riesgo. Ignacio Garitano ha argumentado que eso está probado por estudios realizados por ejemplo en Estados Unidos, haciendo seguimiento de los teléfonos móviles de personas infectadas para conocer su ubicación y cuánto tiempo han pasado en cada sitio antes de enfermar.

Contagios hospitalarios

Junto a todo ello, sobre la comparecencia han planeado varias informaciones sobre el riesgo de infección en los hospitales, que ya dio que hablar en la segunda de la pasada semana por los casos proliferados en el Hospital Donostia. Garitano ha argumentado que «el riesgo cero no ha existido nunca» y que «las medidas van acorde a los riesgos detectados». Y ha añadido que es tan posible contagiarse en unidades especiales como en el resto.

Ha afirmado que el personal sanitario «es consciente de que la organización le presta los instrumentos que necesita, acompañado de una cultura de prevención que ya tenemos todos».