El Euskaltel Euskadi ha vivido la temporada de su vuelta a la élite como UCI Pro Team con un inicio sobresaliente al ser quinto por equipos en la Volta a la Comunitat Valenciana y en Andalucía por delante de varios World Tour tras colocar a Rubén Fernández octavo y noveno y a Mikel Bizkarra decimosexto y decimoquinto en las dos generales. Juanjo Lobato rozó la victoria de etapa en Andalucía y ese nivel encontraba la recompensa con la vuelta de Euskaltel con un patrocinio para cuatro temporadas.
Pero el coronavirus dejó al equipo sin sus carreras World Tour aseguradas –Volta, Itzulia y Klasika– y la Vuelta tampoco le invitó. Tras el confinamiento Euskaltel ha tenido pocos días de competición y, eso unido a la cantidad de corredores que tenían contrato, ha llevado a la Fundación a darles una nueva oportunidad a todos y se limitará a sustituir a las dos bajas –Rubén Fernández (Cofidis) y Diego López (Kern Pharma)– por el veterano de 36 años Luis Ángel Maté (Cofidis) y el joven de 21 Xabier Mikel Azparren (Laboral Kutxa).
Jorge Azanza reconoce que «cuesta mucho dar bajas porque no es una situación normal y es importante saber por qué cada corredor no ha estado al nivel. Ha sido un año atípico en todos los sentidos y en eso también. En principio serán solo dos cambios y, quizás, como mucho, uno más. Queda algún fleco por cerrar la plantilla, pero está casi confirmada. Si viene algún refuerzo habrá una baja más y, si no, seguiremos como estamos con Azparren y Maté. En las dos próximas semanas se decidirá».
Se mantendrá el mínimo de veinte corredores exigido para los Pro Teams y, sobre la opción de fichar a Carlos Barbero, responde que «es un corredor que está con NTT y ellos son optimistas en su continuidad. Es un corredor apetecible, ha pasado por esta casa, pero a día de hoy no hay nada confirmado».
Gari Bravo es uno de los corredores que quedan por renovar y, sobre su situación, Azanza destaca que «tiene mucha experiencia, talento y condiciones, pero no ha podido demostrar su nivel. A veces las cosas no salen como uno quiere».
Querer dar una nueva oportunidad a todos, o a casi todos si de da una baja más. Eso motivará que solo suba Xabier Mikel Azparren del Laboral Kutxa, pero Azanza deja clara la voluntad de ascender en los próximos dos años a cuatro corredores del equipo sub’23 y de atraer a los mejores amateurs vascos como han intentado este año con Jon Barrenetxea: «Estamos para eso. Nuestra ilusión es completar un equipo de la máxima categoría para el futuro con corredores formados en nuestra cantera. Muchas veces es difícil, pero si están preparados les vamos a dar la oportunidad».
Las dos novedades
Xabier Mikel Azparren ya la tendrá en 2021. Azanza destaca del donostiarra que «es un corredor de futuro, con un grandísimo potencial. Es de los pocos que ha quedado campeón de España en tres categorías –cadete, juveniles y sub’23–. Está preparado. Este año no ha ganado carreras, pero en profesionales hay que tener algo más. Tiene un motor grande y cogiendo experiencia dará alegrías seguro».
Sobre el fichaje de Luis Ángel Maté, recuerda que ha sido 23º en la Vuelta: «Es un corredor muy experimentado que ha demostrado en la Vuelta que le queda ciclismo en las piernas. A parte de que puede darnos nivel para sustituir a Rubén Fernández, va a aportar muchísimo al grupo por sus características, sus conocimientos y su experiencia. Es importante tener corredores que van a ser los profesores de esa juventud ilusionante que tenemos. La mezcla de veteranía y juventud para mí es la clave en un buen equipo».
Su fichaje además debe ayudar a correr la Vuelta, algo que desde el Euskaltel Euskadi no quieren dar por seguro: «Tenemos un poco más de ilusión que este año porque no hemos recibido la invitación y tenemos todavía más ganas de estar en el siguiente. Debemos darlo todo en la carretera, demostrar que somos un equipo hecho para estar en una grande para que los organizadores evalúen esa situación y nos den esa oportunidad».
El director navarro añade que «tengo más ilusión por ir que cuando era ciclista porque tenemos muchos corredores con potencial para estar en las mejores carreras. Bizkarra habría hecho entre los quince primeros en esta Vuelta porque le venía muy bien. Y además estaremos en Volta, Itzulia y Klasika. Habrá que dar la imagen del equipo que somos».
Después de perder esas carreras y otras muchas este año, Azanza espera que el coronavirus no merme el calendario en 2021: «Creo que va a haber ciclismo. Carreras más apuradas económicamente pueden caerse, pero a día de hoy barajamos un calendario de 170 días contando la Vuelta, con fechas publicadas ya en la UCI. Las carreras se están disputando con protocolos y una seguridad extrema. A pesar de que la pandemia esté con nosotros, todas las carreras nos contestan en afirmativo, diciendo que cuentan con nosotros. Ninguna dice que no la van a hacer y es una noticia positiva. Estamos cerrando carreras para una plantilla de veinte corredores».
Lo positivo del año
La falta de carreras ha sido el aspecto negativo de un año del que Jorge Azanza destaca lo positivo: «Se quiso implantar en el equipo un método que nos caracteriza, de trabajo y de guerrerismo total. Estuvimos presentes en todas las fugas de inicio de año. Estuvimos a punto de ganar con Lobato, Rubén y Bizkarra asomaron en todas las generales muy adelante y la dinámica del equipo era muy positiva en marzo cuando venía lo mejor con la Volta y la Itzulia».
El responsable del Euskaltel valora también que en el confinamiento «los chavales mantuvieron la calma, se cuidaron, se entrenaron y sus datos han sido muy buenos, pero ha sido generalizado. A partir de Burgos todo el mundo iba a morder con un grandísimo nivel en todas las carreras y nos ha costado un poco más al tener muchas menos oportunidades de correr, pero se acaba con buen sabor de boca y se hacen buenas carreras en Italia, Francia y Ordizia, con una buena imagen de equipo. Me ha gustado ver a corredores de futuro como Gotzon Martín o Unai Cuadrado apuntando en carreras de nivel».
Azanza reconoce que «se ha quedado escaso el calendario. Nos confinaron a todo el staff a raíz de un positivo y perdimos clásicas importantes y la Semana Coppi Bartali. Cuando corres esporádicamente cuesta más entrar en una dinámica, pero los chavales han respondido al entrenar lo mejor posible. La base está hecha para el próximo año, han acumulado muchos kilómetros y trabajo de calidad. La idea principal es empezar como el año pasado, demostrando que el equipo tiene un hueco y los corredores van a ser competitivos desde la primera carrera».
También admite que la no invitación para la Vuelta ha influido negativamente: «Vives de ilusiones, ves como otros equipos de tu nivel están en la carrera... Sabíamos que era muy difícil, pero tienes la esperanza de correrla. Al final se confirma que no estamos y no es algo que te hunde, pero te quita la motivación para afrontar la última parte de la temporada. Ya le hemos dado carpetazo y, a pesar de los malos momentos, hemos aprendido mucho».
Jorge Azanza destaca además que «la llegada de Euskaltel es la mejor noticia que hemos podido tener al asegurar un patrocinio para cuatro años. Es una tranquilidad tremenda y una suerte que muchos no pueden tener. Es de agradecer y alabar la confianza de los patrocinadores en el bloque y queremos responder demostrando en cada carrera que somos un equipo que en el futuro podemos estar ahí».
Otra de las conclusiones que saca como preparador es que todos sus corredores sin competir «han mejorado los datos fisiológicos y ha sido algo generalizado. Pensábamos que solo se mejora corriendo, pero han hecho rodillo en casa, han corrido solo 30-35 días y han sacado mejores datos que nunca. Es una información que tenemos para el futuro».