Desde que Iñigo Urkullu es lehendakari, Lakua ha destinado 62 millones de euros a compensar el déficit de Shesa, una empresa pública destinada a la exploración y explotación de hidrocarburos que copó titulares en 2011, cuando Patxi López anunció su apuesta por el fracking. 

Así lo ha revelado el parlamentario de EH Bildu Mikel Otero, quien ha advertido de que se trata de una cantidad «muy grande para una entidad totalmente deficitaria que realiza su actividad ruinosa a base de presupuestos».

Como ejemplo, ha desgranado las pérdidas acumuladas durante los últimos años en el proyecto Viura, desarrollado en La Rioja, donde Shesa cuenta con una participación del 37%. Según ha explicado, el Ejecutivo autonómico ha invertido más de 50 millones de euros y ha recuperado 26.

«El balance neto de la operación es una pérdida de 24 millones de euros», ha destacado Otero antes de recordar que en 2018 y 2019 los responsables del proyecto auguraban que se iban a multiplicar los beneficios.

El parlamentario soberanista ha recordado que se preveía extraer 1 millón de metros cúbicos de gas al día, 180 millones en medio año, «y en el primer semestre de 2010 se han extraído 23 millones», ya que el pozo se ha ido secando desde enero de 2019 a un ritmo vertiginoso.

A juicio de Otero, estos datos «escandalosos» demuestran el «fracaso de la aventura riojana del Gobierno Vasco» y ponen de manifiesto que la apuesta por el gas «es un fracaso notorio y evidente». «Es un derroche para todos», ha añadido.

Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética

Y ha advertido de que el PNV no ceja en su apuesta por el gas, como reveló la consejera Arantxa Tapia la semana pasada. En este sentido, ha criticado las enmiendas presentadas por la formación jeltzale en la tramitación del proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética.

En su artículo 8 establece que «no se otorgarán nuevas autorizaciones de exploración, permisos de investigación de hidrocarburos o concesiones de explotación», algo que choca con los planes del Gabinete de Urkullu, que pretende realizar un sondeo de exploración en Araba, el proyecto Armentia-2.

«Veremos lo que pasa con la Ley de Transición Energética, porque va a determinar si se puede hacer o no», ha apuntado Otero, que ha incidido en la necesidad de destinar los recursos a energías renovables.

Basta con señalar que el proyecto Ekian, formado por 67.000 placas solares, ha supuesto un desembolso de 24 millones de euros. «Si se hubieran invertido los 50 millones que se han dejado en gas en placas fotovoltaicas hablaríamos de más de 100.000 placas instaladas», ha subrayado.