Todavía son demasiados, nada menos que 57 nuevos pacientes el miércoles, y la presión asistencial sigue siendo muy alta, pero los nuevos ingresos hospitalarios en los centros dependientes de Osakidetza han notado la evidente mejora de la situación epidemiológica, hasta el punto de que la media semanal de nuevas hospitalizaciones ha caído casi un 40% en 15 días.

En el informe de ayer, la cifra se había situado en 46,57 ingresos diarios, frente a los 75,14 que había el 11 de noviembre, cuando se alcanzó el pico de hospitalizaciones en la CAV en la segunda ola. Esa semana hubo jornadas con más de noventa ingresos, que condujeron a los centros a una situación alarmante.

A diferencia de lo que ocurría entonces, ahora la tendencia es decreciente, pero igual que sucede con los contagios también se producen dientes de sierra en las hospitalizaciones. Así, en los tres últimos días se ha superado el medio centenar de ingresos, frente a los 26 y 22 del sábado y el domingo, que han ayudado a bajar la media a cifras de hace un mes. Esta caída está provocando que en los hospitales entren menos enfermos de los que salen, de modo que el miércoles había diecisiete pacientes menos que el martes; nueve de ellos en planta y ocho en cuidados intensivos.

Incidencia: menos de la mitad

Son datos que confirman la buena evolución que se está dando en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, en la línea de lo ocurrido en Nafarroa, donde la bajada en los contagios comenzó antes y que en dos semanas ha pasado de 330 a 204 personas hospitalizadas.

Esta mejora no oculta, sin embargo, que la situación está lejos de ser óptima, sobre todo en las UCI. Allí aún permanecen 172 pacientes. 134 de ellos en la CAV –la misma cifra que hace dos semanas–, donde el 42% de las camas están ocupadas por enfermos de covid-19, según informó ayer el coordinador del Programa de Vigilancia y Control de Osakidetza, Ignacio Garitano.

En rueda de prensa, indicó que aunque la incidencia está descendiendo «a un ritmo bastante acelerado» –Bizkaia ha salido de la zona roja–, el escenario actual «todavía no se puede dar por bueno». En este sentido, explicó que si bien la recomendación de las autoridades europeas es hacer descender la incidencia acumulada a 50 casos por 100.000 habitantes, como etapa intermedia Lakua contempla bajar de los 570,29 notificados ayer a «mucho menos» de la mitad. Recordó al respecto que a finales de agosto esta tasa cayó hasta 249,5 y que no fue suficiente, ya que poco después se desató la segunda ola, por lo que para que no vuelva a ocurrir lo mismo se debería bajar de esa cifra.