Presencia copera de los equipos vascos modestos, a ilusión no les gana nadie
Once conjuntos vascos disputan la primera ronda copera, pero para algunos de ellos se trata de una cita histórica, solo empañada por las dificultades para compartir in situ con su hinchada ese momento único.
La primera ronda copera que se iniciará este martes y se prolongará hasta el jueves va a ser un día señalado para algunos de nuestros equipos, cuya humildad y trabajo diario les ha premiado con un enfrentamiento a partido único contra un Primera. Un cruce terriblemente desigual, pero tan ilusionante como para creer en dar la campanada en un torneo en el que las sorpresas están a la orden del día.
Con ello sueña Pedro Urdapilleta, presidente de Anaitasuna, un conjunto conformado casi exclusivamente con jóvenes de la zona y que logró el ascenso a Tercera División la pasada campaña. La guinda a su magnífica trayectoria reciente será poder medirse al Getafe, un rival que no se encontraba entre los «preferidos» del club azkoitiarra, pero que, «por diversas razones» también cuenta con «un aliciente atractivo», al tratarse de una escuadra que el ejercicio pasado disputó competición europea y que está dirigida por un técnico con pasado en el fútbol vasco, como es José Bordalás.
Lo cierto es que Anaitasuna se ha ganado a pulso participar en esta fase, pues en la eliminatoria previa realizaron un esfuerzo «importante» para eliminar al equipo ovetense Titánico. La junta directiva aceptó la propuesta del entrenador Asier Artetxe y preparararon el duelo «como profesionales», con todos los gastos que ello supone, entre alojamiento y comida: «Nos desplazamos a Oviedo en la víspera del partido, dormimos allí y el día de partido fue como una jornada de concentración», explica Urdapilleta.
«Los pies en el suelo»
El máximo dirigente de la entidad azkoitiarra tiene claras las prioridades de la presente temporada, mantenerse en la categoría, algo que nunca han podido certificar. «Los pies en el suelo», recalca con contundencia.
Eso sí, la felicidad no va a poder ser ni plena ni compartida. Los socios no podrán presenciar el partido en directo, con toda la fuerza que eso supone a la hora de enfrentarse al "Goliat" del duelo y porque los ingresos se quedarán en cero. No obstante, afirma que no tuvieron tanto en cuenta esta posibilidad «a la hora de cerrar los presupuestos por las circunstancias de la pandemia, a sabiendas de que sería complicado abrir el campo para los aficionados».
Es un reto muy importante para chavales que madrugan a diario para ir a trabajar y que ninguno de ellos cobra por jugar
Más complicado resulta todavía para el Cantolagua, el más madrugador de los nuestros en medirse al Valladolid, pues las exigencias televisivas y de infraestructura, le obligan a moverse casi 85 kilómetros de su escenario habitual.
El equipo de Zangoza deberá disputar el envite contra los blanquivioletas en Merkatondoa, estadio del Izarra, entidad que ha puesto todos los medios a su alcance para facilitar el traslado, algo que agradece, y mucho, el presidente del Cantolagua, Alberto Ozkoidi. En un principio, el partido se iba a jugar en Tajonar, pero las exigentes medidas sanitarias que rodean las instalaciones rojillas obligaron a optar por la alternativa lizartarra.
Para más inri, la programación televisiva ha provocado que el encuentro deba adelantarse al martes –estaba previsto para el día 16–, un cambio muy importante, pues el Departamento de Salud navarro va a permitir la presencia de público en las gradas a partir del miércoles. «Estamos trabajando con la Federación para ver si se puede adelantar dicho permiso», explica Ozkoidi.
En todo caso, tampoco habían hecho el cuento de la lechera con la taquilla del evento, pues «la idea era establecer precios populares para facilitar el aforo, que ni siquiera sabemos en qué número va a ser, en el caso de que nos den el visto bueno».
Lo que no le van a quitar al club zangozarra es la tremenda ilusión de estrenarse midiendo fuerzas con un Primera, «un reto muy importante para chavales que madrugan a diario para ir a trabajar y que ninguno de ellos cobra por jugar al fútbol».
Dar el petardazo
Jugadores modestos que afrontan la posibilidad de dar el petardazo de la jornada eliminando al Valladolid, algo que pasa «por hacer nuestro mejor partido y que ellos estén pensando en la Liga», reconoce Ozkoidi.
El Villarreal de Unai Emery se convertirá para el Leioa en el rival de mayor entidad al que se ha enfrentado en sus 95 años de historia. Es lo que remarca su presidente, Javier Landeta, quien, junto a sus compañeros de junta directiva y trabajadores del club, ha tratado de «optimizar lo máximo posible» Sarriena para aplicar todo lo relacionado con el protocolo del covid-19.
«Nuestra ilusión siempre ha sido clasificarnos para la Copa para que, con un poquito de suerte, nos tocase un equipo de Primera División. Pero toda esa ilusión se rompe por la coyuntura en la que estamos», reconoce. Explica que es una situación complicada porque, por una parte, sus socios, sus aficionados, no van a poder ver a su equipo en directo en un partido histórico y porque «los ingresos de la taquilla se reducen a cero euros».
En caso de pasar de ronda, sí recibiría un aliciente económico, pero Landeta se muestra cauto porque, con el submarino amarillo enfrente, esa posibilidad se reduce bastante. Además, aclara que «los partidos importantes se juegan en liga. Al final de la temporada, al club se le va a valorar por su resultado en la liga, la Copa va a ser un recuerdo bonito, que va a tener mucha repercusión y ser protagonistas de esta historia es ilusionante».
¿Por qué no nos podemos ilusionar en nuestro corazoncillo con una posibilidad que, aunque remota, está ahí?
Similar grado de dificultad afronta un San Juan que deberá lidiar con otro adversario que también se ha ganado el pase a los dieciseisavos de la Europa League, el Granada, liderado por el que fuese técnico rojillo, Diego Martínez, otro de los acicates de la eliminatoria.
También en el caso de los del barrio iruindarra, esta será la primera vez que se enfrentan a un contrincante de Primera, «una recompensa que se ha ganado la plantilla», justifica Javier Amores, delegado de la sección de fútbol de una entidad que ha ido dando importantes pasos en esta modalidad deportiva en los últimos años, disputando varias fases de ascenso a Segunda B.
El reto ante el conjunto andaluz es mayúsculo, pero todavía es mayor transformar una utopía en realidad. «¿Por qué no nos podemos ilusionar en nuestro corazoncillo con una posibilidad que, aunque remota, está ahí?», se pregunta.
El apoyo de sus socios podría resultar esencial para lograr la hazaña, si bien no hay confirmación oficial de que la presencia de público vaya a estar permitida, pese a que la fecha del encuentro sea posterior al anuncio ya comentado del Departamento de Salud foral. «Guardando los protocolos y el distanciamiento social, estimamos que podrían presenciar el partido unas 200 personas. Sería una pena que este acontecimiento histórico no pueda ser disfrutado por nuestros socios», comenta.
Ilusión, humildad, trabajo, pasión... ingredientes que aportarán nuestros equipos modestos a una receta de compleja cocción, pero que en ocasiones acaba en un sabroso plato sorpresa para inesperado placer de sus incondicionales.