Una marcha convocada por Sare desde Berriozar hasta la cárcel de Iruñea ha reclamado este sábado que las y los presos vascos deben estar en las cárceles más cercanas a sus hogares. La iniciativa ciudadana ha convocado distintas movilizaciones también hoy, en relación con los derechos de niños y niñas que llevan meses sin abrazar a sus padres.
Sare ha realizado este sábado por la tarde una marcha desde Berriozar hasta la cárcel de Iruñea para reclamar que los presos vascos sean repatriados a cárceles de Euskal Herria, «sin ninguna excepción ni condición».
Decenas de personas han participado en la marcha portando antorchas para simbolizar la necesidad de iluminar un camino de vuelta a casa aún demasiado oscuro.
La red ciudadana en defensa de los derechos de los represalias vascos ha demandado la progresión de grado «a todos los presos». Según ha explicado, esta reclamación obedece a que así lo dice la ley ordinaria y «porque estos son los pasos que necesariamente hay que dar para posibilitar el proceso de vuelta a casa de ellos y las presas».
Sare lamenta que «la legislación de excepción aún vigente tiene bloqueado para los y las presas vascas ese proceso a desarrollar por toda persona» que se encuentre presa, lo que supone imponer «una pena adicional no solo al propio preso, sino también a los familiares».
Con la movilización de hoy, afirma Sare, que se ha querido «iluminar ese camino a casa que todavía está demasiado oscuro» y hacer un llamamiento «a las movilizaciones que se realizarán pueblo a pueblo el 9 de enero». En este sentido, la iniciativa ciudadana ha agregado que «somos el camino para acabar con la legislación de excepción».