Tanto en la evolución epidemiológica, con mejores datos de incidencia que en las últimas jornadas, como en la adopción de medidas preventivas, sin que todavía se conozca cuáles son las normas que van a regir en estas navidades, la pandemia ha entrado en un impasse, en una especie de equilibrio en el que no se sabe con certeza si la situación va a mejor o si empeora.

La cifra de contagios en Hego Euskal Herria apenas repuntó el jueves en una decena de casos respecto al día anterior, que ya había dejado el mejor dato en semana y media, y resultan llamativos los números de Nafarroa, que registró poco más de la mitad de positivos que la víspera: 65 frente a 124. La incidencia acumulada volvió a bajar en ese herrialde, después de cuatro jornadas consecutivas subiendo.

El resto de territorios se mantuvo más o menos a la par, y solo Gipuzkoa sufrió un aumento significativo de nuevos contagios, 53 más respecto al miércoles, 191 por 138. Pero la incidencia acumulada en catorce días cayó en todos, algo que no ocurría desde el 8 de diciembre.

Además, la tasa de positividad, que no ha logrado estabilizarse por debajo del 5% ni siquiera cuando la caída de la incidencia ha sido pronunciada, se quedó el jueves en el 3,5% en Nafarroa y en el 3,6% en la CAV.

Son cifras –la de la CAV fue incluso mejor el miércoles, 3,1%– que pueden estar condicionadas por los cribados en Arrasate, Aramaio e Irurtzun, ya que cuando se hacen test masivos el porcentaje de positivos es inferior a cuando se hacen a personas con síntomas o que son contacto de infectados, pero van en buena dirección. Y llegan acompañadas por una mejoría en el número reproductivo básico, sobre todo en Araba, donde se ha producido un descenso importante: de 1,07 a 0,98 en un día.

Las medidas en la CAV se sabrán el día 22

De esta forma, se rompe una tendencia, leve pero sostenida, que apuntaba a un paulatino empeoramiento de la situación epidemiológica, que parece asentarse en esa meseta que los responsables sanitarios han estado citando durante la semana.

Quizá por esa indefinición, la comisión técnica del plan de protección civil (LABI) consideró ayer que «lo más prudente en este momento, antes de adoptar cualquier decisión que modifique las medidas tomadas con anterioridad, es prolongar por unos días la observación de la evolución epidemiológica».

En su informe, el grupo de expertos señala que la «notable mejoría» experimentada desde principios de noviembre, «no significa que nos encontremos en una buena situación», y destaca que en la última semana se han producido «variaciones significativas», entre las que destaca el empeoramiento ocurrido en varios países de Europa, y el repunte también en algunas comunidades cercanas a la CAV.

«Los datos disponibles de los últimos días indican un contexto de incertidumbre», señala la comisión técnica, que añade, por otra parte, que «solo han transcurrido siete días» desde el último decreto de regulación de medidas preventivas, y concluye que la mejor opción es posponer la decisión sobre un posible cambio en las restricciones.

En esta línea, recomienda mantener las medidas de la semana pasada y «volver a realizar una nueva evaluación» el día 22. «Si la situación no mejora, será necesario considerar nuevas restricciones», concluye.