El primer cuarto de hora condena a un magnífico Eibar ante el Real Madrid (1-3)

Los goles de Benzema y Modric han premiado el buen arranque del Real Madrid. Un golazo de Kike García ha hecho lo propio con la reacción de los azulgranas, que lo han intentando todo sin suerte y han encajado el tercero en el descuento.[Estadísticas del partido]

Courtois atrapa el balón ante Kike, autor del gol azulgrana. (Juan Carlos RUIZ/FOKU)
Courtois atrapa el balón ante Kike, autor del gol azulgrana. (Juan Carlos RUIZ/FOKU)

2020 se despide sin que el Eibar haya podido ganar en Ipurua desde julio. Sigue inédito en su campo esta temporada, pese a que sus últimas actuaciones bien podrían haber merecido mayor premio. También la de esta noche, cuando los azulgranas han pagado muy cara la absoluta superioridad del Real Madrid durante el primer cuarto de hora. Luego han reaccionado, han recortado distancias con un golazo de Kike y no han dejado de buscar la remontada con juego y ocasiones en un bonito partido pero no les ha servido de nada.

Antes de cumplirse el minuto, ha habido un sustillo en cada portería. Una premonición relativa de lo que estaba por venir porque el primer tiempo ha sido, efectivamente, muy entretenido pero el reparto de ocasiones, alegrías y disgustos no ha sido tan equitativo.

Responsabilidad en buena medida del espectacular arranque del Real Madrid y su, nada sorprendente, mayor capacidad para definir. Muy verticales y rapidísimos, los blancos así son imparables para casi cualquiera. Y desde luego lo han sido para el Eibar, que durante el primer cuarto de hora no han visto ni el balón ni a sus rivales, tan rápido se movían.

En el cinco, Rodrygo ha elevado el balón por encima de los centrales para que Benzema anotara el 0-1 solo ante Dmitrovic. Un minuto después, el serbio despejaba un remate a bocajarro de Lucas Vázquez –aunque la jugada ha quedado anulada– y en el doce, el gallego y Benzema se la liaban a Kevin en el área para servir la preciosa volea de Modric. Milagrosamente no ha llegado el tercero casi de inmediato, servido ahora por el croata para que el cabezazo de Benzema se marchara inexplicablemente fuera.

Más de uno habría firmado en ese momento un final anticipado, con el Real Madrid a sus anchas, un marcador aparentemente definitivo y un partido importantísimo a la vuelta de la esquina. Pero no el Eibar, que ha decidido tirar adelante como si el choque acabara de empezar y sus posibilidades siguieran intactas.

Se ha echado incluso más arriba de lo habitual, con cierta colaboración de un rival que le ha dejado hacer, comprensiblemente convencido, no solo de que su ventaja era suficiente, sino de que podría aumentarla a la contra. Efectivamente, no le han faltado ocasiones, si no demasiadas, sí clarísimas para hacer el tercero. Pero se ha excedido con la confianza y el Eibar se lo ha hecho pagar.

Al filo de la media hora, Kevin robaba un balón para que Kike se inventara un magnífico gol con rosca desde fuera del área, posiblemente el mejor que ha marcado con la camiseta azulgrana. Ponía fin a una sequía de 520 minutos en Ipurua, precisamente desde que el propio Kike anotara el pasado 27 de septiembre ante el Athletic un gol que, lamentablemente, no valió de nada.

Pero si el Real Madrid ha pagado por creérselo antes de tiempo, también el Eibar lo ha hecho por mosquear a los madrileños, que en la recta final del primer tiempo han vuelto a encontrar el camino a la portería de Dmitrovic. Tanto que Benzema ha marcado el tercero, anulado por un ajustadísimo fuera de juego, Lucas Vázquez no lo ha hecho por milímetros tras una asistencia de Mendy desde la línea de fondo y Bigas, en la última acción previa al descanso, lo ha sacado bajo palo después de que el remate del gallego hubiera superado al guardameta local.

El juego ha sido algo más turbio en la segunda parte, por el peso de los minutos y el cansancio, también porque los dos equipos tenían muy reciente la advertencia de lo que podía hacerles el rival. Pero ni la intensidad ni la emoción han cesado. Tampoco las ocasiones, claras en las dos áreas. Muto, Inui y hasta Diop por un lado, Rodrygo y Asensio por el otro han rozado el gol. Pero el esfuerzo restaba precisión a los delanteros y bastante menos a los guardametas, así que el gol se iba complicando cada vez más.

El problema añadido para el Eibar estaba en un banquillo cortito –la convocatoria se ha quedado en 19, incluyendo dos futbolistas del filial, después de que Kadzior se haya quedado fuera por una «indisposición de última hora»– y casi sin alternativas para algunas posiciones. De hecho en los últimos minutos ha entrado Unai Arieta, cuyo bagaje con el primer equipo se limitaba a un cuarto de hora contra el Elche y la visita copera del jueves al Racing Rioja.

También el tiempo, claro, que corría en su contra como lo estaba el marcador. Segundo a segundo se ha ido consumiendo, cada vez con menos sobresaltos en uno y otro lado, aunque se han reservado los dos últimos para el final. Ya en el descuento, Ramos ha salvado un gol de Bigas y, de inmediato, Lucas Vázquez ha firmado una sentencia ya innecesaria cruzando ante Dmitrovic. Se confirmaba así la primera derrota del Eibar desde octubre, que le deja con un solo punto de renta sobre el descenso. Y sobre el Alavés, al que visita dentro de tres días en Mendizorrotza.