El primer ministro británico, Boris Johnson, ha firmado este miércoles el acuerdo que regirá la relación entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) a partir del 1 de enero.
«Al rubricar este pacto, cumplimos el deseo soberano de los ciudadanos británicos de vivir bajo su propias leyes, redactadas por su propio Parlamento elegido», ha afirmado Johnson en un mensaje en la red social Twitter.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, habían firmado previamente el texto esta mañana, que ha sido trasladado en un avión de las Fuerzas Aéreas británicas de Bruselas a Londres para su rúbrica por Johnson.
Las disposiciones del pacto entrarán en vigor una vez termine el periodo de transición del Brexit, a las 23.00 de este jueves.
Las 1.246 páginas del nuevo tratado cubren los intercambios comerciales entre ambos lados del canal de la Mancha, la cooperación en ámbitos como la seguridad y los derechos de los ciudadanos de ambos territorios a partir de 2021, entre otros aspectos.
521 votos a favor
El Gobierno británico ha ratificado con la firma de Boris Johnson el tratado, mientras la Cámara de los Comunes ha aprobado por amplia mayoría, por 521 votos a favor y 73 en contra, el acuerdo para las relaciones futuras con la UE. Johnson ha defendido la «rapidez increíble» con la que se ha negociado un documento que permite al país «recuperar el control».
El primer ministro británico ya encaraba la votación de los Comunes con el sí garantizado de los laboristas, que han justificado su respaldo aludiendo a que no contar con ningún acuerdo sería un escenario aún peor para Reino Unido.
Los 44 diputados del Partido Nacional Escocés (SNP), por su parte, ha votado en contra al cuestionar no solo el documento, sino el proceso en sí de ruptura con la Unión Europea.
También han votado en contra, aunque por distintos motivos, los ocho parlamentarios del Partido Democrático Unionista norirlandés (DUP).
Johnson ha insistido en que quienes, como él, han defendido durante años la salida de la UE, no estaban abogando por una «ruptura», sino por un nuevo marco de relaciones. Asimismo, ha dicho que el SNP, al votar en contra, está «de facto votando a favor de que no haya acuerdo».