La era Marcelino, sin tiempo material para tener excesiva influencia en el equipo, no ha tenido el comienzo deseado, ante un Barcelona que no ha tenido piedad de los desajustes defensivos de los rojiblancos. Con dos goles, dos balones al palo y otro tanto anulado por ajustado fuera de juego, el rosarino ha jugado uno de sus partidos más completos de la temporada y su conexión con Pedri es el mayor motivo de esperanza para los de Koeman, que se han aprovechado de un rival muy blando en la áreas, especialmente en defensa, donde más fuerte se había mostrado. Las estadísticas del partido pueden seguirse en la página especial de NAIZ
En el primer once del técnico asturiano, con su habitual 4-4-2, la principal novedad ha sido que Capa y De Marcos han ocupado la banda derecha, con Vesga-Vencedor en el eje del centro del campo, Muniain por la izquierda –Berenguer se ha quedado en el banquillo– y Raúl García y Williams en ataque.
Y las cosas no han podido empezar mejor, ya que en apenas 3 minutos, Williams ha robado la cartera a Lenglet y, en un gran contragolpe, ha adelantado a los rojiblancos sin tiempo a asentarse en el banquillo.
De más a menos
Sin embargo, las desgracias tampoco se han retrasado y un balón mal defendido por la zaga local, en la que Unai Simón ha medido mal su salida, ha permitido a De Jong asistir a Pedri para que el canario empatara el partido en el minuto 14.
Para colmo, otro cuarto de hora después Yuri ha tenido que abandonar el terreno de juego por una lesión muscular, dejando su lugar a Balenziaga, y poco a poco, el Barcelona se ha ido imponiendo en el césped.
Los de Koeman se han hecho con el control del partido y solo la falta de puntería culé ha impedido una mayor renta que el 1-2 con el que ambos equipos se han ido al descanso, al aprovechar Messi otro percance de Unai Simón, que ha resbalado y nada ha podido hacer ante la conexión del argentino con Pedri.
El Athletic ha vuelto con energías renovadas tras el descanso y, alternando ambas bandas, ha vuelto a acercarse a la portería de Ter Stegen, eso sí, sin remates a puerta. Sin embargo, ha vuelto a desinflarse bastante pronto y tras dos avisos, un gol anulado por ajustado fuera de juego y un disparo al palo, llegando desde atrás, Messi ha doblado la ventaja al hacer el 1-3 en el 62 tras una buena asistencia de Griezmann desde la izquierda.
Un error en un pase horizontal del rosarino cuando el partido languidecía a dado un último halo de esperanza a los rojiblancos, que han maquillado el marcador gracias a una gran finalización de Muniain.