Ángel Villacampa ya no es entrenador del Athletic. El club ha comunicado hoy su destitución así como el nombramiento de Iraia Iturregi en su lugar.
La mala racha del equipo rojiblanco, la peor de la historia, le ha costado el cargo al técnico manchego, que llegaba a Lezama en verano de 2019 procedente de las categorías inferiores de la selección china y tras una exitosa experiencia al frente del Atlético de Madrid. No ha podido repetirla con el Athletic en el que, primero por la pandemia y después por la mala situación del equipo, no ha podido completar ninguna de las dos temporadas que ha comenzado.
El curso pasado, el de su debut, al equipo le costó arrancar pero tras su victoria en Anoeta en la quinta jornada fue recuperando el ritmo, aunque no tanto como para meterse en la pelea europea. Cuando se canceló la temporada, en marzo, el Athletic ocupaba la quinta plaza, a 24 puntos del líder Barcelona y 15 del Atlético de Madrid, segundo clasificado. Pero también se había clasificado para disputar las semifinales de Copa.
Tras renovar en verano, tras muchos rumores sobre su posible marcha al nuevo Real Madrid, los reveses se le han sucedido. Empezando por la marcha de dos piezas clave, Damaris Egurrola y Maite Oroz, y siguiendo por el infortunio con las lesiones, que no ha cesado. Todo ello se ha dejado notar en los resultados aunque, al contrario de lo sucedido el curso pasado, esta vez han ido de más a menos. Su última victoria la conseguía el cinco de noviembre, en la quinta jornada, cuando se imponía al Madrid en Lezama para mantenerse entre los aspirantes a los billetes europeos, que esta temporada son tres.
Para entonces las rojiblancas ya se habían llevado un gran discurso, con la eliminación copera ante el EDF Logroño en la tanda de penaltis un mes antes, que les dejaba fuera de la final. Y a partir de ese momento, la situación ha empeorado irremisiblemente. Nueve jornadas, tres puntos, y un equipo muy tocado anímicamente que, disputada la 14ª jornada, apenas tiene cuatro puntos de renta sobre los puestos de descenso.
Con la marcha de Villacampa, al que el club ha «agradecido el esfuerzo y la dedicación mostradas durante su estancia en la entidad» y «le desea lo mejor en su futuro personal y profesional», Iraia Iturregi da un paso adelante y se hace con un puesto al que parecía predestinada, aunque evidentemente no son estas las circunstancias en las que esperaba llegar.
Iturregi, la segunda jugadora con más partidos disputados con la camiseta rojiblanca –402 en sus 14 temporadas con el primer equipo– era hasta hoy la entrenadora del filial, del que se hizo cargo la campaña pasada. Cuando la temporada se canceló, era líder del Grupo Norte de Segunda aunque, lógicamente, tuvo que renunciar al ascenso, que quedó en manos del Eibar. Este curso, con muchas jugadoras del filial participando en el día a día del primer equipo, las cosas no le van tan bien en ese sentido y su ya exequipo es sexto en la clasificación. La exfutbolista será presentada mañana como nueva entrenadora del primer equipo en la sala de prensa de San Mamés.
Carta de despedida
Ángel Villacampa ha hecho pública una carta de despedida en la que se puede leer lo siguiente:
«He sido un privilegiado por poder entrenar en el Athletic Club; ha sido un sueño pertenecer a una institución tan grande. Me hubiera gustado corresponder de alguna manera con algún título o con mayores éxitos sobre el terreno de juego, pero no ha podido ser. Eso sí, sé que lo hemos dado todo desde el primer minuto y difícilmente nadie podrá reclamarnos nada en cuanto a nuestra profesionalidad.
Aunque todas las despedidas son amargas quisiera irme con el recuerdo de todos los buenos momentos que hemos vivido desde que llegamos y ganamos el Trofeo Carranza hasta el día de hoy. Sé que gran parte queda oscurecido por estas últimas jornadas, pero me da tranquilidad y satisfacción saber del crecimiento de muchas jugadoras del equipo, especialmente las más jóvenes. Ahora he llegado a entender de primera mano la importancia y el valor incalculable que tiene Lezama.
Por último, no puedo dejar de agradecer a Joseba Aguirre la confianza que depositó en mí para hacerme cargo del equipo en julio de 2019, así como al presidente por su trato siempre impecable. Por supuesto, no me voy a olvidar de todo mi cuerpo técnico y, sobre todo, de mis jugadoras con las que tantos momentos he compartido. En definitiva, ESKERRIK ASKO a toda la familia del Athletic Club en esta situación de pandemia en la que hemos echado en falta su calor en las gradas».