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El TS confirma la condena por la muerte de Ellacuría y otras siete personas en El Salvador

El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia que condenó a 133 años y cuatro meses de prisión al excoronel y exviceministro de Seguridad Pública de El Salvador, Inocente Montano, como responsable de la muerte de Ignacio Ellacuría y otros cuatro jesuitas en 1989.

 El coronel salvadoreño sentenciado culpable, Inocencio Moreno. (Kiko HUESCA/AFP)
El coronel salvadoreño sentenciado culpable, Inocencio Moreno. (Kiko HUESCA/AFP)

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia Nacional de setiembre pasado que condenó al excoronel y exviceministro de Seguridad Pública de El Salvador Inocente Orlando Montano a la pena de 133 años y tres meses de cárcel por «asesinato» del ideólogo de la Teoría de la Liberación Ignacio Ellacuría y de otros cuatro jesuitas en 1989 en El Salvador.

El tribunal considera acreditado que los miembros componentes del alto mando salvadoreño, como «núcleo decisor colegiado», entre los que se encontraba Montano, al ver amenazada su situación de poder ante la ofensiva desarrollada en noviembre de 1989 por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), decidieron ejecutar a Ellacuría, «la persona que de forma más intensa y efectiva impulsaba, desarrollaba e intentaba llevar a las dos partes en conflicto a la paz, a través del diálogo y la negociación».

Montano fue condenado por la Audiencia Nacional como responsable de cinco delitos de «asesinato de carácter terrorista» (los jesuitas Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes Mozo, Armando López Quintana y Juan Ramón Moreno Pardo). Por cada uno de ellos se le impuso e la pena de 26 años, 8 meses y un día de reclusión mayor, si bien el límite máximo de condena no excederá los 30 años. También ejecutaron a la mujer y la hija de 15 años de edad del guardia de la sede de la Universidad Centroamericana (UCA) en San Salvador.

Montano ocupaba entonces el cargo de viceministro de Seguridad Pública de El Salvador en aquel momento y hacía campaña contra la orden religiosa acusándola de subversiva.